El senador y uno de los principales liderazgos del PAN en Nuevo León, Raúl Gracia, es señalado en testimoniales de la investigación del homicidio de Hernán Belden como “enemigo político” de éste.

Familiares del diputado asesinado declararon ante el Ministerio Público que Gracia fue un opositor, dentro del PAN, a la carrera política de Belden.

Sin embargo, el funcionario albiazul no ha rendido su declaración en torno al homicidio del diputado panista.

El 7 de septiembre de 2012, a las 10 de la mañana con 40 minutos y 22 segundos, el exdiputado panista Hernán Belden hizo su última llamada telefónica.

El exlegislador se comunicó desde su teléfono personal con el polémico abogado y operador del CEN albiazul, Edelmiro Sánchez.

Belden marcó desde su aparato, propiedad de su empresa Industrias Gesta, al número 811-4765403, que pertenecía a Edelmiro Sánchez.

Fue una llamada corta que no rebasó los 2 minutos de duración.

A dos años del crimen del exlegislador del PAN, el empresario Hernán Belden, aparece una prueba clave en la investigación de este polémico caso: los mensajes de chat escritos por el panista antes de su asesinato.

Las conversaciones por mensajería instantánea que sostuvo Belden con varios de sus contactos –antes de su secuestro y asesinato el 7 de septiembre de 2012- arrojan información que podría ayudar a identificar a los autores intelectuales de este crimen hundido en la impunidad.

El organizador de la fiesta de los dipu-tables en Puerto Vallarta e implicado en el homicidio del diputado local, Hernán Belden, habría puesto precio a la candidatura federal panista por el primer distrito de Nuevo León.

Fuentes que fueron cercanas al diputado, privado de su libertad y asesinado el 7 de septiembre de 2012, aseguran que Belden aspiraba a esa legislación federal, que comprende los municipios panistas de Santa Catarina y San Pedro.

El fantasma del extinto diputado local por el PAN, Hernán Belden, reaparece justo antes de que arrecie el periodo preelectoral en la entidad y en medio del videoescándalo de una pachanga que implica a diputados federales albiazules.

El anuncio de que la Procuraduría del Estado girará más citatorios como parte de la averiguación abierta hace casi dos años, por el homicidio del exlegislador, pone de nuevo en alerta al panismo de Nuevo León.