El escenario económico, marcado por la volatilidad y la incertidumbre, está a la espera de la mínima señal que pudieran enviar los principales responsables de la política económica global.
La economía mundial aún no se recupera de la crisis financiera que inició hace siete años. En un contexto de desaceleración emergente e inestabilidad financiera derivada de las acciones divergentes de los bancos centrales, el mercado se pregunta si la oleada de pérdidas bursátiles del último lunes negro significan el primer paso hacia la siguiente crisis.
Rodrigo Carbajal