Como si fuese una secuela de la Guerra Fría, Rusia y China se están preparando ante la injerencia de Estados Unidos (EU) en su esfera de influencia.
Moscú y Beijing anunciaron esta semana operativos militares con los que esperan reforzar la seguridad de sus fronteras.
Esto después de que Rusia detectó que la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), liderada por EU, desplegó 115 aviones en el Ártico.
Pedro Pablo Cortés