Heredero de capitanes de industria alemanes, millonario, coleccionista, mujeriego, obsesionado con la astrología. Gunter Sachs es el prototipo perfecto del excéntrico del jet-set de la Europa de la posguerra. Vivía de fiesta en fiesta, tenía amistades tan irreverentes como el mismo Andy Warhol e incluso tuvo un romance con la reina de Irán. La vida de Sachs tuvo un final trágico cuando, al igual que su padre en 1958, se suicidó.
Delirio astrológico
Indigo Staff