La sociedad tiende a discriminar a las personas que entran en la categoría de “obesos” y/o con sobrepeso. Pareciera que todo lo que hace único a un ser humano con kilos de más y lo que lo distingue del resto, se reduce a ese exceso de grasa corporal evidente.
Cuando el peso rebasa los límites de lo que se considera "normal", no hay cabida para expresiones positivas. Las personas emiten juicios negativos inmediatamente, discriminando a otros –ya sean obesos o muy delgados–, no se hace distinción de género, raza, edad o cualquier otro indicador demográfico.
Eugenia Rodríguez