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La llegada de la vejez no tiene por qué verse como una amenaza para el bienestar. Tampoco debe ser sinónimo de discapacidad física, ni mental. Actualmente las personas de la tercera edad que alcanzan los 90 años están más “cuerdos” que nunca, además gozan de una mejor condición física, al menos así lo comprobó un estudio realizado en Dinamarca.

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La llegada de la vejez no tiene por qué verse como una amenaza para el bienestar. Tampoco debe ser sinónimo de discapacidad física, ni mental. Actualmente las personas de la tercera edad que alcanzan los 90 años están más “cuerdos” que nunca, además gozan de una mejor condición física, al menos así lo comprobó un estudio realizado en Dinamarca.

En el estudio, encabezado por Kaare Christensen, de la Universidad del Sur de Dinamarca, en Odense, se encontró que, a sus 90, los daneses nacidos en 1915 se desempeñaron mejor tanto en las pruebas cognitivas a las que fueron sometidos, como en la ejecución de actividades cotidianas que aquellos que nacieron en 1905.

Y no solo eso, las personas que nacieron en 1915 tuvieron 32 por ciento más posibilidades de alcanzar los 95 años que aquellos que nacieron una década antes. 

Para llegar a estos resultados, que fueron publicados este mes en The Lancet, los investigadores estudiaron cerca de 4 mil nonagenarios en diferentes años. El grupo de personas nacidas en 1905 fue evaluado a la edad de 93 años, mientras que las personas que nacieron en 1915 –aquellos con mejor salud física y mental– fueron evaluadas a los 95.

De acuerdo a los expertos, entre los factores clave que podrían explicar esta tendencia están mejores estándares de vida y una mayor estimulación intelectual.

“Con estos estudios, estamos empezando a ver que más y más de nosotros tendrá la oportunidad de llegar a la vejez con un funcionamiento cognitivo intacto, posponiendo la demencia o evitándola por completo”, dijo a The New York Times el Dr. Dallas Anderson, experto en epidemiología de la demencia en el Instituto Nacional de Envejecimiento, en Estados Unidos”. 

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