Contrario a la creencia que ha dominado a los mercados energéticos desde hace dos años, ni siquiera una ola de bancarrotas entre las empresas de petróleo de esquisto (shale, en inglés) ha resultado ser suficiente para reducir la producción de Estados Unidos e impulsar una recuperación en los precios del crudo.
Más de 50 productores norteamericanos de petróleo y gas natural se han declarado en bancarrota desde inicios del 2015, según una investigación realizada por Reuters; ésta es la mayor ola de quiebras norteamericanas desde la crisis del 2008.
Indigo Staff