El aparente descaro de usar el nombre de la popular cadena de cafeterías y el misterio de quién era el dueño, contribuyó a que “Dumb Starbucks” (“Starbucks tonto”, en español), localizada en Los Ángeles se hiciera noticia en tan solo unos días.
Tanto el logotipo del establecimiento como el nombre de sus productos, los tamaños de estos y el ambiente de la tienda son idénticos a los de la marca original, con la única diferencia de que se les antepone el adjetivo “tonto”.
Ana Paulina Valencia