¿Un clavo saca a otro clavo?

La mayor parte de las personas conocen a (o son) alguien que ha pasado por una situación parecida: una relación termina, y uno o ambos de sus miembros inmediatamente buscan un rebound (“rebote”, en español), que actuará como una prótesis del otro mientras los sentimientos de rechazo y tristeza desaparecen.

Aunque es una dinámica común, el primer estudio profundo al respecto, realizado por la University of Missouri, acaba de ser publicado.

La mayor parte de las personas conocen a (o son) alguien que ha pasado por una situación parecida: una relación termina, y uno o ambos de sus miembros inmediatamente buscan un rebound (“rebote”, en español), que actuará como una prótesis del otro mientras los sentimientos de rechazo y tristeza desaparecen.

Aunque es una dinámica común, el primer estudio profundo al respecto, realizado por la University of Missouri, acaba de ser publicado.

En la investigación participaron 170 adultos jóvenes que tuvieron una ruptura en el último año y entregaron reportes semanales sobre su estado de ánimo, autoestima y actividad sexual, e intentaron determinar cuándo recurrimos a rebound sex (sexo de rebote) o revenge sex (sexo por venganza), específicamente para lastimar a la expareja.

Según los resultados, las personas usan el sexo para lidiar más fácilmente con el enojo y la tristeza por la relación que terminó. 

Y algunos para poner a su expareja celosa.

Llegaron a la conclusión de que los que fueron abandonados son más propensos a tener relaciones sexuales para manejar sus sentimientos negativos, porque tienen más de estos que la persona que decidió terminar la relación.

En el seguimiento que dieron a estas personas del estudio, el enojo nunca disminuyó, aunque su búsqueda de sexo como fuente de consuelo sí.

Otro resultado interesante fue que el tiempo de la relación no es relevante para la búsqueda de rebound sex, pero el nivel de compromiso e intimidad sí.

Las personas que estaban en una relación más comprometida, suelen recurrir menos al sexo para satisfacer sus necesidades emocionales, pero cuando lo hacen (por lo general más tarde) es más común que sea con la finalidad seguir adelante.

“Los menos comprometidos eran más propensos a tener sexo, pero no lo hacen para superar la relación, pues no estaban tan involucrados en ella”, explica el reporte.

Según los investigadores, estos datos sugieren que el la señal más efectiva para saber si alguien está “en el rebote” es si esa persona fue quien tomó la decisión de finalizar la relación. Si no es así, probablemente la razón por la que busca a otra persona es para olvidar a la anterior.  

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