A unos días de que Miguel Ángel Mancera asuma el cargo de jefe de gobierno del Distrito Federal, ya tiene en puerta su primera, y difícil, encomienda: convertir a la capital del país en el Estado 32 de la República Mexicana.

A pesar del aparente despliegue de apoyo político en un evento ayer, aún no existe un documento base, con las líneas básicas del proyecto, ni una mano que pretenda encabezar los trabajos de la iniciativa de ley. Mucho menos un plazo fatal.

El semestre ya se perdió. Junto con él, más de 196 millones de pesos y el conflicto parece no tener fin. Y es que la lucha por el control de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) está al rojo vivo.

Solo en el discurso, la disidencia y la Rectoría que encabeza María Esther Orozco tienen un mismo objetivo: acabar con la huelga que comenzó hace 71 días.

Sin embargo, en la práctica, el verdadero anhelo –de ambos bandos– es conseguir el control total del Consejo Universitario, órgano que rige el rumbo académico de la UACM.

El sexenio de Marcelo Ebrard al frente de la Ciudad de México destinó más de 7 mil millones de pesos en cuatro secretarías de nueva creación, que poco o nada aportaron al desarrollo de esta gran urbe.

Las dependencias son: Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), Secretaría de Educación, Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo, así como la Secretaría de Protección Civil.

La emblemática Alameda Central está prácticamente lista para ser reinaugurada. El GDF prevé abrirla a la ciudadanía el próximo 30 de noviembre.

Esta obra será, sin duda, el broche de oro con el que el actual jefe de gobierno dirá adiós a su administración para dar el siguiente paso: la presidencia de la República en el 2018.

Desde el pasado mes de octubre, el GDF ha enfilado sus baterías a dos aspectos. El primero está directamente relacionado con los trabajos de transición con el nuevo gobierno.

El proyecto de recuperación del Bosque de Aragón está inconcluso. A menos de un mes para que termine la gestión de Martha Delgado al frente de la Secretaría de Medio Ambiente no hay avances significativos.

Y es que la administración capitalina no solo enfrenta el problema de los comerciantes informales que laboran al interior de este centro de esparcimiento, sino la inseguridad y la lentitud del proyecto.