Justo cuando resurge el reclutamiento de menores por el crimen organizado en sectores con entorno de drogadicción y delincuencia, aparece en el escenario electoral la figura de Adrián de la Garza como aspirante priista a la alcaldía de Monterrey.
El procurador con licencia tendrá que convencer a la ciudadanía de tener la capacidad para combatir a la delincuencia, pero no basada principalmente en el uso de la fuerza pública, sino por medios sociales que tendría que aplicar en caso de llegar a la presidencia municipal.
Jesús Padilla