El noise–pop y el shoegaze son dos géneros que difícilmente han sufrido cambios en su estructura desde que bandas como Cocteau Twins, My Bloody Valentine o The Jesus and Mary Chain prácticamente los inventaron en la segunda mitad de la década de los 80.
Desde entonces, cualquier intento por explorar el rebote del sonido provocado por riffs distorsionados y voces sumergidas en un eco de ruido melodioso, necesariamente tendrá que pasar la aduana de las comparaciones con los precursores de esos experimentos sónicos.
Juan Antonio Zertuche