La actividad industrial de México tuvo un desempeño decepcionante durante el mes de marzo. 

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reporta, con base en cifras desestacionalizadas, que la producción industrial se redujo 0.13 por ciento contra el mes anterior.

Dentro del indicador, la caída se vio impulsada por reducciones en la minería y en las industrias manufactureras, de 0.48 por ciento y de 0.34 por ciento, respectivamente. 

La más reciente encuesta de expectativas de los especialistas en economía del sector privado, realizada por el Banco de México (Banxico), muestra que los expertos nuevamente han recortado sus pronósticos de crecimiento económico para este año, y ahora los colocan en 3.01 por ciento. 

Con este pronóstico, la encuesta de Banxico encadena cuatro meses consecutivos de deterioro en las expectativas de crecimiento en lo que va del 2014.

En contraste con la nueva cifra, en enero los expertos pronosticaban un crecimiento económico de 3.4 por ciento.

El mundo está viviendo un boom histórico en la inversión en infraestructura, y México y otras economías emergentes no se quedan fuera de esto. 

Sin embargo, hay factores que apuntan a que esto no necesariamente sea algo bueno.

Quartz reporta que actualmente entre seis y nueve billones de dólares están siendo destinados a proyectos de infraestructura que individualmente tienen un costo superior a los mil millones de dólares.

Los sectores a los que pertenecen estos proyectos son diversos, desde la energía y el transporte hasta los sistemas digitales.

A una semana de que Enrique Peña Nieto anunciara que se hará una inversión récord en infraestructura, un estudio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) nos recuerda los riesgos de construir sin planear.

Dentro de los países miembros de la OCDE, México se encuentra entre los que más desastres naturales y humanos ha tenido en relación con el tamaño de su población.

El desempeño de México frente a la última crisis global en términos de desigualdad y política social es considerado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) como uno de los peores dentro de sus países miembro.  

Un reporte de la OCDE que evalúa los efectos de la última recesión en la distribución del ingreso sitúa a México como un líder en desigualdad, únicamente detrás de su único similar latinoamericano, Chile.