Alegría, conciencia y cine

Elvia camina por los pasillos del Museo Interactivo Trompo Mágico, mientras su hijo corre jubiloso, lleno de brío y ansia por entrar al salón circular. Una vez que tomaron asiento en la sala que fue adaptada a manera de cine, empieza la función de “Las Aventuras de Itzel y Sonia”.

Al igual que Elvia, otros padres con sus hijos se dieron cita en el espacio infantil para presenciar una experiencia que fue incluyente para los infantes presentes, contando con que la sala tenía iluminación tenue y un volumen sonoro moderado, ya que los pequeños asistentes padecen autismo.

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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Durante el FICG31 se ofrecieron funciones incluyentes, para niños con autismo, invidentes y sordos
https://youtu.be/5teZ8hy3Me4

Elvia camina por los pasillos del Museo Interactivo Trompo Mágico, mientras su hijo corre jubiloso, lleno de brío y ansia por entrar al salón circular. Una vez que tomaron asiento en la sala que fue adaptada a manera de cine, empieza la función de “Las Aventuras de Itzel y Sonia”.

Al igual que Elvia, otros padres con sus hijos se dieron cita en el espacio infantil para presenciar una experiencia que fue incluyente para los infantes presentes, contando con que la sala tenía iluminación tenue y un volumen sonoro moderado, ya que los pequeños asistentes padecen autismo.

“Me gustó mucho, creo que es importante la inclusión de estos niños en la sociedad”, expresó la madre al final de la proyección.

‘Es una película incluyente’

Al terminar la exhibición la cineasta y directora del proyecto María Fernanda Rivero Gutiérrez, se acercó a la audiencia para preguntarles su opinión a lo que tanto chicos como grandes respondieron favorablemente.

Alrededor de 20 niños con distintas clases de autismo aplaudieron y vitorearon el filme en varios momentos de su proyección, sin que sus padres se sintieran inhibidos o preocupados por molestar a los demás asistentes.

“Esta película no es mía sino también es una película incluyente, esta película fue hecha con 10 comunidades indígenas de toda la República”, comentó Rivero Gutiérrez en entrevista para Reporte Indigo.

El esfuerzo de 500 personas de localidades como La Pitahaya, Veracruz, Xichú, Guanajuato, Icheck, Campeche, más la colaboración de las mujeres de la tercera edad de La Casa Xochiquetzal, entre más entidades de México, sirvieron para realizar la cinta que se hizo a lo largo de un año con técnica stop motion y que tuvo un presupuesto de 2 millones de pesos.

Esfuerzos con antecedente

La directora operativa de la Fundación HACE, Andrea Hernández, comentó que esta no es la primera vez que se realiza una función incluyente para niños autistas, ya que con esta asociación se logró un esfuerzo con la exhibidora Cinemex en 2015, en donde se proyectaron tres cintas de los estudios Disney.

Hernández ahondó que la iniciativa es que se puedan hacer funciones a nivel nacional, aunque todavía se encuentran en pláticas para cristalizar el proyecto incluyente.

“Empezamos a conocer a jóvenes que nunca habían ido al cine, –que tienen entre 20 o 25 años– porque los papás tenían miedo de cómo iba a reaccionar el chavo o si la gente les iba a decir algo”, acotó Hernández en referencia a que las personas con este trastorno se pueden exaltar o emocionar de manera precipitada y alterar la tranquilidad de una sala de cine.

Por lo pronto, la cineasta oriunda de la Ciudad de México se comprometió con la directora de la fundación y Carmen Vázquez Morales, encargada de promoción y vinculación institucional del Trompo Mágico, para hacer un intercambio de contenidos similares a su cinta y que sigan las proyecciones incluyentes al interior del museo.

El futuro del cine

Además del esfuerzo logrado en la proyección incluyente para personas autistas, Claudia Fernández, productora de los eventos de Industria del FICG, espera que cada vez se logren más los apoyos en conjunto entre instituciones y demás asociaciones para tener un solo cine a futuro.

En las otras funciones incluyentes se exhibieron las películas “Un monstruo de mil cabezas” y “Almacenados”, las cuales fueron adaptadas para personas invidentes y sordas, respectivamente.

Para la primera función se otorgaban audífonos en los que se describía la situación que ocurriera en pantalla, y cuando sucede el diálogo se dejaba escuchar el audio original de la cinta. En la exhibición con dificultad auditiva se incluían subtítulos con la descripción de los sonidos en el filme.

“Que ya no tengamos que hablar de cine accesible sino simplemente de cine y que sea normal llegar a una sala y que te den tus audífonos, como se nos hace normal llegar y que te den los lentes 3D, o que el asiento se sacuda y que te avienten agua en la cara, si eso nos parece un atractivo para ir al cine ¿Por qué no podemos considerarlo así para ir todos juntos?”, puntualizó.

¿De qué trata ‘Las aventuras de Itzel y Sonia?’

En la ficción Itzel es una niña que se encuentra bañándose pero de pronto el agua deja de salir de su regadera, preocupada la infante, le pregunta a su abuela cuál puede ser el causal de que haya dejado de salir el líquido vital, a lo que ella le contesta que no hay más remedio que ir en búsqueda de los guardianes del agua, así que Itzel toma a Sonia –su rana– y junto a su abuela emprenden el viaje para traer el agua de vuelta a su pueblo.

> Con herramientas para soñar

Reporte Indigo publicó el viernes 11 de marzo un artículo en el que se presentaron otras iniciativas y alternativas que el FICG 31 ofreció para el público infantil.

¡Únete a la aventura!
Conoce más de la película en su sitio web

 

 

 

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