Muchas cosas han cambiado desde que la banda de Matamoros, Tamaulipas, entregó “Sirenas”, su cuarto álbum que vio la luz en 2008.

Ahora con casi todos sus integrantes pisando los 30, División Minúscula vuelve a juntarse para lanzar un álbum que está listo desde el primer cuarto de 2012, pero que por cuestiones de promoción presentaron hasta hace unos días. 
Se trata de “División”, el quinto 
en su discografía.

El show de Felipe Calderón llega a su fin. Pese a que el sonido de su sexenio fue un constante beat a ritmo de balas, el otrora presidente del empleo tuvo sus destellos de cantante a lo largo de su mandato. Ninguno fue tan entonado como los de su contraparte estadounidense, pero no importa porque eso sería pedir demasiado.

Su mejor show fue en una reunión panista en Querétaro, en la que, acompañado de David Filio en la guitarra, interpretó "Historia de las Sillas" de Silvio Rodríguez.

Esta es una historia difícil de creer, pero muy divertida de contar. Involucra al Departamento de Estado de los Estados Unidos, a un país musulmán–conservador como el Reino de Baréin y a Andrew W.K., un artista autonombrado “The Party King” y un entusiasta del headbanging –para aquellos que no saben en qué consiste, se trata de la sacudida violenta de la cabeza al ritmo de la música, de preferencia con greña larga. 

¿Cómo es que estos tres elementos tan heterogéneos se unieron en una misma historia? La explicación es tan absurda como su desenlace. 

¿Qué es un Rolling Stone? 

La persona ideal para contestar esto es quien mejor personifica lo que esta banda significa: Keith Richards.

En “Crossfire Hurricane”, el más reciente documental sobre la banda, el guitarrista define a un Rolling Stone como “Alguien que no está establecido en un lugar. Un pirata, un gitano… alguien al que le gusta viajar. Un aventurero”.

Jason Chung es un joven productor de música electrónica experimental o leftfield, mejor conocido como Nosaj Thing. 

Con apenas un álbum bajo el brazo (“Drift”, 2009) y una serie de remezclas que incluyen a Radiohead, Drake, Flying Lotus, The xx, Portishead y más recientemente Philip Glass, se ha hecho de un estilo inconfundible: un aura de misterio cubre a cada una de sus creaciones y mezclas, producto de manipular hasta el más mínimo sonido en favor de un sonido nocturno y cerebral.