La crisis en el PRD se recrudece. Varias corrientes demandan que su partido haga un alto en el camino, en especial la expresión que participa en el Pacto por México.

Para nadie es un secreto que hay dos posiciones contrapuestas al interior del partido del sol azteca que esta semana han retomado un debate pospuesto a inicios de este año. 

Fue hace más de seis meses que los antipactistas optaron por hacer un compás de espera, evaluaron la polarización de posturas desataría una profunda crisis política. 

En la “misa” de los lunes en la calle de Don Juan, en la colonia Nativitas de Tlalpan, René Cervera se desenvuelve como el sacristán que dispone que todo esté listo para el encuentro entre Marcelo Ebrard Casaubón y sus discípulos de Vanguardia Progresista.

En punto de las 8:45 de este lunes, comenzó el desfile de camionetas negras que llegaron a la catedral del progresismo en el Distrito Federal.

Hasta ahí llegaron los aliados del ex jefe de gobierno capitalino, muchos de los cuales no lograron ser aceptados en el gabinete de Miguel Ángel Mancera.

Desde hace algunos años, en el Partido de la Revolución Democrática ha comenzado a caer la sospecha de que algunos de sus militantes no son mexicanos.

Los casos más sonados son: el actual delegado en Álvaro Obregón, Leonel Luna Estrada, y la exdelegada en Iztapalapa, Clara Brugada Molina, señalados como guatemalteco y salvadoreña, respectivamente.

Luna Estrada es el caso más sonado porque los propios ciudadanos se han encargado de hacer circular documentos entre los vecinos para expresar su disgusto con este personaje.

Federico de la Vega Membrillo es un auténtico turista parlamentario.

El legislador perredista es el presidente de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados, pero se distingue por viajar y luego cobrar los gastos que hace.

Así lo demuestran las actas del Comité de Administración de la Cámara de Diputados, al cual solicitó el reembolso del dinero que sacó de sus ahorros para pagar los gastos de los viajes que hizo para asistir a las tomas de protesta de los rectores de las universidades de Guerrero y Jalisco.

La delegación más poblada del Distrito Federal está fracturada. No hablamos de las fisuras geológicas que históricamente han afectado a Iztapalapa, sino de las políticas que hoy tienen en jaque al gobierno delegacional.

Y es que en esa demarcación, donde habitan más de 2 millones de personas, ha surgido una serie de desencuentros entre el titular de la demarcación Jesús Valencia y el diputado local Arturo Santana, que sirve trampolín para los grupos de poder.