A una semana del arribo del comisionado federal para la paz, en Michoacán no se ha restablecido del todo el estado de derecho prometido por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. 

En el estado continúan los enfrentamientos entre grupos de civiles armados. Las autodefensas aseguran mantener el control de al menos siete municipios de los 27 que se han reconocido con focos de violencia, y el Gobierno Federal insiste en señalar que el Ejército mantiene el control.

José Manuel Mireles podrá tenerle miedo a muchas cosas, pero a la prensa no.

Ayer, en entrevista con Carmen Aristégui, uno de los líderes de las autodefensas en Michoacán desmintió la información publicada por Excélsior, en la que se le acusa de haber sido arrestado en 1991 por delitos contra la salud.

Mireles aseguró el señalamiento de su supuesto expediente criminal es un intento por denostarlo “como si fuera un político”.

Enrique Peña Nieto señaló que la estrategia en Michoacán no solo se basa en operativos de seguridad, si no también en atender las causas que originaron las condiciones de inseguridad en la entidad.

Para celebrar el primer aniversario de la “Cruzada contra el Hambre”, el presidente se trasladó al municipio de Xochiatipan, Hidalgo en donde pidió destinar los recursos y programas necesarios para cubrir el déficit social.

Monte Alejandro Rubido, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) aseguró que las Fuerzas Federales ya tienen el control de los 27 municipios de Michoacán en donde había brotes de violencia. Sin embargo, ningún grupo de autodefensa ha sido desarmado.

El vocero oficial de los grupos de autodefensa, Hipólito Mora, reveló en una entrevista radiofónica que aún tardarán “un poquito” para entregar las armas, aunque ha señalado que ve con buenos ojos la presencia del Ejército.

Llega la caballería federal: Ejército, Policía Federal y Marina, y lo primero que se les ocurre hacer, antes de acabar con el crimen, con los cobradores de piso y de tomar las cabezas de los líderes de los grupos criminales, lo que hacen, es desarmar a las autodefensas.

En su editorial del miércoles pasado, Leo Zuckermann bien nos abre los ojos sobre los tipos de autodefensa que vivimos los mexicanos, todos los días.