Ni siquiera participo en el debate ‘el cambio climático es o no real’ (...) No me importa si es real o no”, dijo en alguna ocasión Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos, quien considera a esta amenaza contra el planeta un “invento”.

Este “invento” no solamente provoca sequías y el aumento de la temperatura global, también ha afectado –y reducido– la producción de alimentos en distintas partes del mundo e incrementa los niveles del mar, también fomenta la extinción de especies y vuelve vulnerable a diversos ecosistemas.

El presidente de Estados Unidos Donald Trump firmaría hoy martes una orden ejecutiva contra el cambio climático y que tiene como fin promover la producción del crudo, gas, carbón y energía nuclear, algo que sin duda tendrá repercusiones a nivel mundial, revela Bloomberg. Trump se ha burlado del cambio climático desde que se hallaba en campaña el año pasado llamándolo "un invento muy costoso y pura charlatanería”.

Para algunos las emisiones de dióxido de carbono (CO2) son irrelevantes y solamente llenan los titulares de sitios y publicaciones que resaltan los estragos que afectan el medio ambiente.

Sin embargo, esas consecuencias también repercuten en la salud de los seres humanos, no solo en la atmósfera y el planeta.

Así que el tema de las emisiones de CO2 le concierne a todos y el hecho de que alcanzaron récord histórico en 2016 es preocupación de cada habitante de la Tierra.

De un solo golpe, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina desactivó el amparo ganado por vecinos de Lomas Virreyes en contra de la convocatoria para desarrollar un proyecto en el predio de El Rollo y anunció la elaboración de un Plan Maestro para la Tercera Sección de Chapultepec.

De acuerdo con un informe sobre el índice de tránsito realizado por la empresa TomTom Traffic, la Ciudad de México se situó en el primer puesto de 390 ciudades con más tráfico alrededor del mundo, en 2016.

En este país, un ciudadano puede pasar en el tránsito 101 por ciento extra de su tiempo en el recorrido normal a su trabajo. Los mexiquenses están llenándose de autos, contaminación y estrés, pues pueden llegar a perder 59 minutos al día en el tránsito de la ciudad, lo equivalente a 227 horas al año.