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Los retos de la COP 13

La COP 13 que se inaugura mañana en Cancún se vislumbra polémica ante la pasividad de los organismos oficiales del país anfitrión para preservar los acuerdos en el COP 12, celebrado en Pyeongchang, Corea del Sur, donde se estableció como acuerdo la conservación y uso sustentable de su patrimonio natural.

 

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sitio a nivel mundial en especies en ‘Protección Especial’
Su esfuerzo (de México) en la protección de las especies y ecosistemas es crucial para el equilibrio terrestre” 
Gustavo Castro
Activista ambiental

La COP 13 que se inaugura mañana en Cancún se vislumbra polémica ante la pasividad de los organismos oficiales del país anfitrión para preservar los acuerdos en el COP 12, celebrado en Pyeongchang, Corea del Sur, donde se estableció como acuerdo la conservación y uso sustentable de su patrimonio natural.

 

Teniendo como escenario un entorno en donde el deterioro del medio ambiente natural y el número de especies animales en peligro de extinción van en aumento, México será sede a partir de mañana de la Decimotercera Conferencia de las Partes (COP 13) del Convenio de Diversidad Biológica (CDB) de la Organización de las Naciones Unidades (ONU), que reunirá a representantes de 193 países.

 

En México, de acuerdo a las denuncias de la organización Greenpeace, se sigue tolerando la contaminación de mantos freáticos y aire, así como la deforestación, en afectación directa a por lo menos 32 especies animales y cerca de 17 especies de plantas endémicas que se encuentran en riesgo de extinción.

 

Denuncia que la principal fuente de contaminación que atenta contra la vida silvestre se ubica en sitios con proyectos extractivos de minerales o de construcción de desarrollos urbanos, como núcleos habitacionales, carreteras, represas y parques de generación de energías renovables.

 

De acuerdo a lo reconocido por el propio Gobierno mexicano, en la publicación de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, en los últimos años ha aumentado en un 25 por ciento el número de especies animales en peligro de extinción.

 

La NOM donde el Gobierno federal reconoce aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción se publica cada diez años; en su última publicación, en la NOM-059-SEMARNAT-2010, el número de especies en riesgo de desaparecer creció en forma considerable frente a la que se publicó en el 2001.

 

Datos poco alentadores

 

De acuerdo al ranking de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, nuestro país, con 897 especies animales clasificadas dentro de los niveles más críticos para su subsistencia, se coloca desde el 2010 en el quinto lugar a nivel internacional en cuanto al número de especies animales en “Peligro de Extinción”.

 

Apenas se encuentra por debajo de países como Ecuador, que tiene 2 mil 208 especies animales en peligro de extinción; Estados Unidos, con mil 192 especies, y Malasia, con mil 141 especies animales en ese estado.

 

Resulta preocupante si se considera que en nuestro país se albergan entre el 8 y el 12 por ciento de todas las especies animales del mundo, aunque la superficie territorial mexicana representa menos del 1.5 por ciento del suelo de todo el planeta.

 

Otro dato con el que México llega a la cumbre de la COP13, a donde acudirán cerca de 10 mil especialistas en tema ambiental, es la falta de avances en las metas establecidas para la conservación de áreas naturales protegidas.

 

Aunque aún no se cumple el plazo para el cumplimiento de planes comprometidos, resalta el poco avance en el tema.

 

En la cumbre de la COP12, el año pasado en Corea del Sur, México se comprometió a llegar al 2018 con la declaración de Áreas Naturales Protegidas en al menos el 17 por ciento de su superficie y el 10 por ciento de sus mares.

 

Pero las metas reconocidas por la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, de la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnat), apunta cifras muy por debajo de la meta.

 

A la fecha solo se tiene el 1.2 por ciento de la superficie territorial decretada como Áreas Naturales Protegidas, con un total de 61 sitios protegidos por decreto.

 

Salvar al planeta

 

Para el colectivo Ecoosfera, integrado por nueve organizaciones ambientalistas, la celebración de la COP13 en México es de mucha importancia.

 

“El COP13 será una oportunidad de oro, no solo para México, sino para que todos los países integrados dentro de la Conferencia de las Partes puedan reorientar sus políticas públicas encaminadas a la conservación de la biodiversidad mundial, la que ya tiene un avance con lo plasmado en el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020”, detalla Héctor Castro Cortez, del colectivo pro derechos humanos y ambientalista Madre Teresa de Calcuta.

 

México ha asumido el compromiso -a mediano plazo- para aumentar a 176 el número de Áreas Naturales Protegidas, lo que correspondería a reservar para la vida silvestre más de 25 millones de hectáreas, equivalentes al 12 por ciento del territorio nacional, con la meta también de reservar el 2 

por ciento de los mares.

 

Otro de los compromisos que México tiene es el pago por Servicios Ambientales en una cobertura de por lo menos 3 millones de hectáreas que pudieran ser impactadas por la presencia de desarrollos industriales. 

 

Además está el compromiso de la operación de 12 mil Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAS).

 

Las que para el año 2020 deben estar ocupando más de 39 millones de hectáreas con reservas de animales en algún grado de peligro de extinción.

 

Van contra transgénicos

 

En la cumbre de la COP13 también se revisará el Protocolo de Cartagena Sobre Seguridad Biotecnológica, que busca proteger la vida silvestre frente a la manipulación genética de algunas especies, principalmente plantas.

 

En nuestro país, de acuerdo a la organización Greenpeace, se sigue tolerando el uso de organismos genéticamente modificados con destino al consumo humano, donde la especie más atacada es el maíz.

 

De acuerdo al activista Gustavo Castro, en México la presencia del maíz transgénico es una realidad al permitirse la importación desde Canadá y Estados Unidos para utilizarlo en la industria alimenticia nacional.

 

“Hasta finales de 2003, Estados Unidos registró o liberó alrededor de 20 variedades de maíz transgénico para uso comercial, en tanto que Canadá tiene registradas actualmente diez variedades. 

 

“Hasta el 2004 México no había autorizado ninguna (variedad de maíz transgénico) para cultivo comercial, pero sí seis para importación con fines de alimentación, forraje o procesamiento”, explica el activista.

 

Greenpeace ha identificado a las empresas comerciales, principalmente trasnacionales, que operan en México y utilizan algún tipo de organismo modificado genéticamente dentro de los productos que llevan al mercado nacional de consumo, la mayoría de las veces sin etiquetar la advertencia de que se trata de productos a base de transgénicos.

 

Según la Guía de Transgénicos y Consumo Responsable de Greenpeace, las empresas que utilizan algún tipo de organismo modificado genéticamente son Grupo Modelo y Cervecería Moctezuma, también M&Ms, Hershey’s, Grupo Nestlé (en sus marcas Nesquick y Carlos V), Grupo Herdez, La 

Costeña, Kraft, Maseca, Milpa Real, Pronto, Maizena, Tía Rosa, Bachoco, Alpura, Danone, Lala, 

Kraft, Nido, Sabritas, Barcel, Pepsico, Coca Cola, Jumex y Del Valle.

 

Preocupación en el Congreso

 

El diputado de Morena, Virgilio Caballero Pedraza, consideró que la COP13 es un excelente momento para que se revise a fondo la situación de los transgénicos en México.

 

Para evitar que se siga introduciendo maíz modificado y se suprima toda posibilidad de sembrarlo en nuestro país.

 

Caballero Pedraza es el autor de la iniciativa de ley, presentada ante la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados, que propone preservar la biodiversidad genética del maíz en México mediante la prohibición de la siembra, venta, consumo, uso experimental y comercial, importación y exportación de granos genéticamente modificados.

 

“El uso del maíz transgénico representa un peligro de magnitud histórica para México, por lo que nuestro país debería ser el último en la siembra de ese maíz. De no hacerlo corremos el riesgo de perder para siempre la diversidad del cereal que ha marcado la cultura milenaria de nuestros pueblos”, considera el legislador.

 

Otros diputados, como Rosa Alba Ramírez Nachis, Víctor Manuel Sánchez Orozco y María Victoria Mercado Sánchez, de Movimiento Ciudadano, se suman a esta lucha.

 

Este grupo parlamentario presentó la iniciativa de Ley para el Etiquetado de Alimentos de la Categoría Orgánicos y Transgénicos, para que se informe a la población consumidora sobre los alimentos que ingiere y la posibilidad de riesgo a su salud.

 

“(Se estima que) el 96.5 por ciento de los consumidores mexicanos ignora qué son los alimentos transgénicos o no sabe si los está consumiendo, en tanto que el 98 por ciento de los mexicanos opina que las empresas deben informar en sus etiquetas a sus consumidores si sus productos son transgénicos”, dice la iniciativa.

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