Rebasa altura, acusa de omisión a Municipio
Desarrolladores de la Torre Gaia, de la colonia Las Privanzas, acusan al Municipio de San Pedro de ignorar sus solicitudes para ampliar la obra, que construyeron al doble de lo autorizado por el permiso.
Esta controversia motivó un pleito que sigue su curso en los tribunales, entre la desarrolladora Corporación Promotora Mexicana S.A. de C.V. y la autoridad municipal, que hasta el momento no se ha pronunciado sobre la petición.
Javier EstradaAfirma que el área donde se erige el proyecto le permite incrementar al doble su densidad y que ahí no existe una altura máxima permitida
Desarrolladores de la Torre Gaia, de la colonia Las Privanzas, acusan al Municipio de San Pedro de ignorar sus solicitudes para ampliar la obra, que construyeron al doble de lo autorizado por el permiso.
Esta controversia motivó un pleito que sigue su curso en los tribunales, entre la desarrolladora Corporación Promotora Mexicana S.A. de C.V. y la autoridad municipal, que hasta el momento no se ha pronunciado sobre la petición.
El director general de la empresa promotora, José Luis Bueno Guzmán, afirma que el área donde se erige el proyecto le permite incrementar al doble su densidad y que ahí no existe una altura máxima permitida.
“El terreno se encontraba dentro del triángulo de Valle Oriente, el cual permite incrementar al doble la densidad y no tiene límite de altura”, dice el empresario originario del Estado de México.
El promotor señala que la solicitud fue para ampliar la obra a 14 departamentos, seis más de los especificados en la licencia de construcción original, con el fin de cubrir costos imprevistos de la obra con la venta de las viviendas adicionales.
Los sobrecostos, según el desarrollador, se dieron al iniciar la excavación del terreno, donde se percató que la torre se edificaba sobre lutita, un material inestable.
De tal manera que la promotora determinó un diseño estructural que exigía perforar pozos de 17 metros, en los cuales se debía introducir acero con concreto, un proceso conocido como “piloteo”.
“El costo pues sí influyó, pero yo creo que lo realmente más importante fue buscar la certeza, la seguridad absoluta del 100 por ciento, tanto de los habitantes, como de las personas que hay en el entorno”.
Bueno Guzmán informa que la solicitud de modificación y ampliación del proyecto se presentó el 3 de septiembre de 2012 ante la extinta Secretaría de Control Urbano de San pedro, entonces encabezada por el cuestionado Aldo Decanini.
La dependencia municipal le requirió documentos y estudios faltantes, que entregó el 5 de octubre, dentro del término de 30 días hábiles para dar la contestación en sentido positivo o negativo, pero la petición nunca fue contestada por el Municipio.
El actual titular de Desarrollo Sustentable, Enrique Ávila, otorgó al desarrollador una audiencia en diciembre del año pasado, pero en vista de que la licencia original estaba a punto de expirar, solicitó una prórroga que fue negada por el Municipio.
Para evitar una clausura, la promotora suspendió los trabajos en la obra y recurrió a la protección de la justicia federal con un amparo.
Sin dar detalles ni fechas específicas, Bueno Guzmán dice que un Juzgado de Distrito otorgó a la empresa una suspensión definitiva y, con esa medida, se ha podido continuar con la construcción de la torre multifamiliar.
El litigio, sin embargo, no ha concluido. El Municipio de San Pedro pidió la revisión del procedimiento y aún está pendiente la resolución definitiva en un Tribunal Colegiado.
Mientras se resuelve la controversia, prosigue la edificación de la torre que ya ronda en los 30 metros de altura, casi el doble de lo especificado en la licencia original, ante el descontento de los habitantes del Condominio Eva, que se encuentra aledaño al proyecto.
El director general de la compañía asegura que compró el predio donde se edifica la obra en febrero de 2011 a Rodolfo Garza Tijerina, quien obtuvo las licencias de uso de suelo y construcción para el desarrollo multifamiliar.
