‘No existe el perfil ideal’

México finalmente tiene un Fiscal General de la República. Después de que el nombramiento estuvo trabado desde la legislatura pasada en El Congreso de la Unión, la mayoría morenista logró poner a quien se encargará de encabezar la institución en materia de justicia más importante del país por los siguientes 9 años: Alejandro Gertz Manero.

El proceso no fue sencillo. La Oposición política al partido guinda y las diversas organizaciones de la sociedad civil, que conforman el colectivo #SeguridadSinGuerra, criticaron la manera en la que se llevó a cabo el nombramiento argumentado que la designación se hizo al vapor, que la falta de modificaciones al artículo 102 constitucional no garantizan su autonomía o que el traspaso de la Procuraduría General de la República a Fiscalía General de la República no sea un simple cambio de membrete; además de que la cercanía que ostenta con el presidente lo hace ser una fiscal “carnal”.

Sin embargo, para el doctor en derecho, Luis Manuel Pérez de Acha, quien era miembro del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción y quien fuera uno de los 27 candidatos a fiscal General, no todo en el nombramiento estuvo mal.

En relación a la crítica que se hizo a la celeridad con la que fue designado Gertz Manero, Pérez de Acha asegura que ése era el entendido al tomarse la decisión en una sesión extraordinaria.

“Sí fue un procedimiento expedito, sin lugar a dudas, pero quienes participamos en el proceso estábamos en el entendido de que así serían las reglas del juego.

No pudo darme por sorprendido. En todo momento se nos dijo que sería un procedimiento que se abriría a la suscripción de cualquier interesado y que sería rápido porque había una voluntad política de hacer el nombramiento del fiscal”, dice en entrevista con Reporte Indigo.

Las críticas que más resonaban giraban en torno a si verdaderamente el proceso de selección garantizó que los tres mejores perfiles fueran los finalistas, o si quienes llegaron hasta ese punto únicamente estaban ahí por su relación con Andrés Manuel López Obrador.

Ante esta polémica, el ex integrante del SNA, asegura que frente a todos los retos que tiene por delante esta nueva institución no existe una persona que cuente con un perfil perfecto en todas las áreas a atender.

En segundo lugar, de la síntesis de la mezcla de los 27 que participamos, más o menos, puede salir una figura idónea. Entonces pensar que una persona sea el ideal para ocupar la posición es imposible. Definitivamente lo descarto”.

En cuanto a la autonomía con la que cuenta esta nueva figura en la impartición de justicia, Pérez de Acha dice que esta característica se debe calificar en función del desempeño que realice la institución.

“Una Fiscalía autónoma es en relación con la función que está desempeñando pero tiene que coordinarse y colaborar con otras dependencias y poderes; con el mismo presidente, con el gabinete de seguridad pública, con el SAT, con la Auditoría Superior de la Federación, con la SFP, con el Ejército, la Marina, la GN, tiene que coordinarse y colaborar.

Estoy muy convencido que tiene que haber coordinación y colaboración, no es que esté supeditado a nadie, pero tampoco está por arriba de nadie ni al margen de nadie. Tenemos que ver a la Fiscalía General inserta en una operación de Estado”.

Por último, el doctor en derecho dijo que en lo primero que se tiene que empezar a trabajar es en la organización de la institución, que en temas como Odebretch, Pegasus o el combate al huachicoleo se deben ver resultados contundentes en máximo tres meses y que en este momento lo más importante es enfocarse en el primer año de operación de la Fiscalía que es el periodo durante el cual se le estará evaluando para después poder realizar las modificaciones y reformas constitucionales correspondientes.