
A partir de julio del 2012, cada ser humano del planeta Tierra pudo conocer la resolución del gran misterio del origen del universo, gracias al descubrimiento del Bosón de Higgs, en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN).
El hallazgo de la partícula subatómica confirma la teoría propuesta por Peter Higgs, hace más de 50 años, para explicar el origen de la masa. Y dio fin a décadas de persecución de la también mal llamada “partícula de Dios”.