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Yamasan & Momofuku

Sé que mi inclinación por los restaurantes orientales es evidente, pero no puedo dejar de resaltar lo extraordinario que sucede en Monterrey.

Hace poco más de un año abrió en la ciudad un pequeño restaurante llamado “Yamasan”.

“Yama” quiere decir montaña en japonés y “san” significa tres.  

Operado por el Chef Shinichiro Nagata. Nacido en Japón pero  adoptado regiomontano desde hace más de veinte años.

El concepto del chef Nagata es básicamente un restaurante de “noodles” o lo que aquí y en otros lados le llamamos sopas ramen.

Sé que mi inclinación por los restaurantes orientales es evidente, pero no puedo dejar de resaltar lo extraordinario que sucede en Monterrey.

Hace poco más de un año abrió en la ciudad un pequeño restaurante llamado “Yamasan”.

“Yama” quiere decir montaña en japonés y “san” significa tres.  

Operado por el Chef Shinichiro Nagata. Nacido en Japón pero  adoptado regiomontano desde hace más de veinte años.

El concepto del chef Nagata es básicamente un restaurante de “noodles” o lo que aquí y en otros lados le llamamos sopas ramen.

Es una comida completa, contiene carbohidratos, proteínas y vegetales.  

Además cuenta con otras delicias… este restaurante me hizo recordar a  “Momofuku Noodle bar”  restaurante neoyorquino operado por el afamado chef David Chang. 

También un restaurante muy pequeño y recuerdo que tuve que llegar a hacer fila antes de que abriera, ya que no aceptan reservaciones y la demanda de la clientela es muy grande para el tamaño del lugar.

El nombre de Momofuku lo adoptó por la persona que industrializó la sopa instantánea en Japón. 

Que gracias a eso, se ha hecho popular no solo en ese país, sino en todo el mundo.  Las famosas sopas instantáneas “Nissin”.

Regresando a Monterrey, “Yamasan” se encuentra ubicado en la Plaza Tanarah, sobre la Avenida Vasconcelos.

Cuenta con una barra donde te puedes sentar a comer, ese para mi es el mejor lugar, ya que puedes ver cómo te preparan tus alimentos y también puedes platicar con los cocineros.  

Me hizo gracia ver los “acordeones” de los cocineros, para poder atender a los clientes japoneses que no hablan nada de español.

Además, tiene unas cuantas mesas en el comedor y varias mesas en terraza. El servicio en este restaurante es rápido y amable.

Cuando he ido de noche he notado que la mayor parte de la clientela es de origen oriental –y la que no– se nota que son clientes asiduos ya que saben muy bien que pedir.

Este restaurante es el equivalente a una taquería en Japón.

Su menú se divide básicamente en:

1.- Botana.  Aquí encontramos edamame (frijol de soya verdes al vapor). 

Las empanadas Gyoza, que vienen cocinadas doradas y al vapor, rellenas de carne molida de res.  La masa es a base de arroz.  La textura lograda va desde lo crujiente hasta lo suave y casi meloso.  Muy agradables.

También tienen un pork belly kakuni, donde el chef logra que la carne se deshaga en la boca… espectacular.

2.- Arroz. Dentro de estos platillos cabe resaltar el curry de res, que entra en este rubro porque viene acompañado de arroz blanco (gohan).  Este platillo tiene evidente influencia indú. 

Igualmente el kakuni don, es pork belly acompañado de arroz blanco, delicioso. Y arroz frito, que nunca debe de faltar.

3.- Fideo.  Esto es a lo que me refiero como sopa ramen.  

Estas para mi son la especialidad del lugar, el corazón de su menú.

Aunque no se especifica en la carta, el chef usa tres tipos de pasta y dos tipos de caldos. 

Con diferentes tipos de guarniciones como, germinado de soya, espinaca, chips de ajo tostado, elote, hongo shitake, carne molida de res, pechuga de pollo y pork belly.

Las sirve en un tazón grande.  Y la idea es comerlo con la ayuda de una cuchara de tipo oriental y unos palillos a la vez, tratando de  hacer en cada cucharada una mini sopa con todos los ingredientes de la misma a la vez…

4.- Bebida y postre. Cuenta con cervezas japonesas, te rojo, Calpis (refresco japonés sin gas).

Y un solo postre –pero bueno– el flan de soya, con una guarnción de cítricos. Me hizo recordar a una panna cotta.

Es justo esta época invernal donde podemos aprovechar y probar estas sopas, bien servidas, y entrenar un poco mas nuestros paladares a lo que vendría a ser para un japonés una comida sencilla y reconfortante.

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