Era el partido de los ricos, y lo ha convertido en el bastión de la clase obrera. Si era la formación política del establishment y del statu quo, ahora es el de la revuelta. Si reunía a los “temerosos de Dios”, en la actualidad, su principal portavoz, es un hombre dos veces divorciado, encargado de casinos, que jura, insulta y miente. Entonces, ¿ha matado Donald Trump al Partido Republicano?
Andrea Montes Renaud