El Papa Francisco I replanteó su postura sobre la cuestión de los refugiados en Europa.
El sumo pontífice ahora sugiere a los gobiernos no “acoger refugiados más allá de sus posibilidades” para evitar pagar el “alto precio político” que supone que éstos no logren integrarse y pasen a formar “guetos peligrosos”.
Andrea Montes Renaud