Primero, fueron los cables los que nos comunicaban. Después, y durante los últimos años, las ondas de Wi-Fi –comúnmente conocido como Internet inalámbrico, pues fue la primera opción “sin hilos”– se convirtieron en el medio más común para tener acceso a la Red.
En octubre del año pasado, científicos del Instituto de Física Técnica de Shangai demostraron lo que prometía ser el siguiente paso en el Internet inalámbrico: la transmisión de datos a través de la luz de focos LED, ahora comúnmente llamada Li-Fi.
Ana Paulina Valencia