En los últimos años los gobiernos estatales se han caracterizado por gastar mucho y hacerlo sin apego a normativas. Ninguna autoridad los sanciona.
De 2009 a 2011 la Auditoría Superior de la Federación encontró diversas irregularidades en 21 entidades, incluido el Distrito Federal, en el destino de recursos del Fondo de Aportaciones para Seguridad Pública (FASP).
Sin embargo, la Auditoría no ha cumplido a cabalidad con su papel pues detecta anomalías, las da a conocer y no las sanciona.
Georgina Howard