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Focos rojos en Guadalajara

Las cifras del aumento de la violencia en Guadalajara son alarmantes. Según cifras del propio Ayuntamiento de Guadalajara, en un día como el viernes 6 de septiembre se registraron 23 robos a vehículos, dos robos a persona y cinco a negocios, en ambos casos violentos. 

El tema de la seguridad ha sido uno de los más grandes problemas de la administración de Ramiro Hernández. A nivel local los delitos de alto impacto han causado que los habitantes de Guadalajara exijan a las autoridades resultados. 

La empresa Metro Meters realizó el registro de franeleros después de que sus empleados denunciaran acoso, agresión física e insultos
Existen cinco polígonos prioritarios en la ciudad: Oblatos, Lomas del Paraíso, Independencia, Monumental y Capilla de Jesús
Según cifras del propio Ayuntamiento, en un día como el viernes 6 de septiembre se registraron 23 robos a vehículos, dos robos a persona y cinco
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Las cifras del aumento de la violencia en Guadalajara son alarmantes. Según cifras del propio Ayuntamiento de Guadalajara, en un día como el viernes 6 de septiembre se registraron 23 robos a vehículos, dos robos a persona y cinco a negocios, en ambos casos violentos. 

El tema de la seguridad ha sido uno de los más grandes problemas de la administración de Ramiro Hernández. A nivel local los delitos de alto impacto han causado que los habitantes de Guadalajara exijan a las autoridades resultados. 

De acuerdo al Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC) son ocho los delitos de mayor impacto para el ciudadano: secuestro, homicidio, lesión dolosa con arma blanca, extorsión, robo a peatón, con o sin violencia, y robo a vehículo, con o sin violencia.

Estos delitos han ido en aumento, según la percepción de los habitantes, y a pesar de las demandas, el Municipio parece inmóvil ante una problemática de tal magnitud.

Una de las propuestas del Ayuntamiento consiste en concentrar acciones en colonias prioritarias. Existen cinco polígonos prioritarios en la ciudad: Oblatos, Lomas del Paraíso, Independencia, Monumental y Capilla de Jesús, este último destaca, pues forma parte del Centro Histórico.

Lo más importante es que, de esos polígonos, se han detectado grupos de pandillas y delincuentes que se desplazan a otros puntos de la ciudad para cometer delitos, tal como es el caso de la zona de Chapultepec. 

Los vecinos de la zona Chapultepec han orientado sus denuncias hacia los franeleros, una población que hasta la fecha los alcaldes tapatíos no han podido controlar.

Franeleros, mafias e informalidad 

Los franeleros son percibidos en muchas ocasiones como delincuentes, pues la ciudadanía prefiere darles unas monedas o entregarles cuotas de espacio público para evitar agresiones o daños físicos que pudieran recibir de los mismos.

Actualmente no se tiene un registro oficial de cuántos franeleros laboran en el municipio de Guadalajara, aunque se sabe de registros promovidos por comités vecinales con el apoyo del Ayuntamiento. 

La empresa Metro Meters, concesionaria de parquímetros, tiene un registro donde enlista  alrededor de 200 franeleros en zonas como Santa Tere, Centro Histórico, San Juan Bosco, Obregón, Medrano y Chapultepec, entre otras.

Su registro abarca 30 zonas de la ciudad de Guadalajara.

Y es que buscando sobrevivir a la ciudad debido a la falta de oportunidades de empleo, los franeleros se instalan en lugares de alta concurrencia y se apropian de espacios públicos sin mayor problema.

De igual modo, con el pasar del tiempo vecinos de la zona Chapultepec han denunciado que son los franeleros quienes informan a los delincuentes de los movimientos en dicho polígono. Por lo tanto, sostienen que eliminarlos es una forma de atacar las redes criminales de la ciudad.

La omisión de las autoridades ha permitido el aumento de la población de franeleros en la ciudad, de acuerdo al académico de la Universidad de Guadalajara, Rogelio Barba Álvarez. Dicho aumento ha propiciado que los también llamados “viene-viene” hagan grupos superiores a cuatro personas.

Estos franeleros han creado incluso pandillas en las zonas donde laboran, pues es otra de las problemáticas de la seguridad: grupos de jóvenes y adultos que no solo se reúnen sino recurren a actos delictivos que dañan a la población tapatía. 

De acuerdo a información del secretario de Seguridad Ciudadana, Carlos Mercado Casillas, se han registrado alrededor de 300 pandillas, dentro de las cuales, 50 están categorizadas como violentas.

En un análisis proporcionado a este medio por fuentes oficiales, se habla de que en el municipio, 81 colonias de Guadalajara tienen presencia de pandillas. 

Además se revela un panorama desolador para los jóvenes, pues 50 por ciento de estos, en zonas con pandillas, no se integran a la educación pública.

En su mayoría estos jóvenes terminan en el empleo informal o trabajando para grupos criminales, incluso dentro del empleo informal son utilizados por los delincuentes para informar sobre los movimientos de las zonas en las que operan.

La empresa Metro Meters realizó el registro de franeleros después de que sus empleados denunciaran acoso, agresión física e insultos de parte de quienes reclaman monedas a cambio de que el auto no salga dañado.

El registro, cuya copia tiene Reporte Indigo, cuenta la ubicación por zona de los franeleros, así como la ubicación exacta del espacio en el que ellos se manejan.

Al solicitar apoyo a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, para cuidar las zonas de mayor conflicto en las que opera la empresa, la dependencia envió una carta en donde dijo no poder conceder la petición, pues no cuenta con los elementos para tal acto.

Las pandillas y los franeleros se han convertido en dos líneas que el Municipio tiene que combatir, pues al estar ligadas a los grupos criminales hacen que el desplazamiento en la ciudad sea cada vez más inseguro.

Además, el Ayuntamiento tiene registrado que existe una pandilla por cada 6 mil 200 personas en Guadalajara. 

Por eso el compromiso del alcalde en su propaganda del Primer Informe de Gobierno es la seguridad. El gran tema pendiente. 

‘Autoridad avala informalidad’

Pese a los malos resultados que tuvo el programa de regularización de franeleros en Guadalajara implementado en 2010 por la administración del entonces alcalde Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, la actual administración tapatía pretende revivir el proyecto.

Sumergidos en una crisis de inseguridad que azota especialmente la zona de Chapultepec, que integra a las colonias Americana, La Moderna, Lafayette y Santa Tere, en donde existe gran movilidad de personas y vehículos, la administración de Ramiro Hernández intenta contener los reclamos ciudadanos.

Algunos vecinos de la zona se han mostrado a favor de defender la labor de los franeleros de su confianza, a los que reconocen años de trabajo afuera de sus casas.

Sin embargo, otra ala de vecinos se muestra inconforme, pues sugiere que es una actividad informal que, además de impedir la recaudación correcta de los parquímetros, genera inseguridad en la zona.

Las versiones se han inscrito en el grupo de Facebook Vecinos Vigilantes, en donde se han expresado todo tipo de dudas respecto al proyecto que pretende implementar el Ayuntamiento.

Algunas voces refieren que el personal del Ayuntamiento cobra cuotas a los franeleros a fin de dejarlos trabajar. La versión es avalada por franeleros ubicados en los alrededores del Mercado Juárez.

En mayo del 2010, la Policía de Guadalajara inició un operativo a fin de eliminar de las calles la presencia de franeleros. 

El hecho fue criticado por la opinión pública, y hasta la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió medidas cautelares, pues se determinó que el operativo atentaba contra los derechos humanos de los franeleros.

En 2011 el Ayuntamiento volvió a lanzar el operativo, ahora redefiniendo sus alcances.

Se informó que haría de nuevo un censo de todos los franeleros de Guadalajara, enfatizando en ciertas zonas en donde el fenómeno se había vuelto peligroso.

A los que fueran avalados por el Municipio se les entregaría un carnet que les permitiría seguir laborando.

En aquella ocasión, el exsecretario de Seguridad Ciudadana, Servando Sepúlveda Enríquez, manifestó que los franeleros estaban ligados a redes de robo de autopartes y a su vez con tráfico de drogas.

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