No tenían la menor intención de dejar de fumar. Pero muchos terminaron por abandonar su adicción. Nada de chicles o parches, las tradicionales terapias de reemplazo de nicotina. Lo lograron después de un año de inhalar vapores aromatizados de e-cigarettes (cigarros electrónicos).
Este fue el caso del 73 por ciento de un grupo de italianos que participó en el primer ensayo clínico que evaluó la eficacia de los “e-cigs” (diminutivo de e-cigarettes, en inglés). Y no solo erradicaron su adicción por el tabaquismo, sino que también cesaron el uso del aparato electrónico.
Eugenia Rodríguez