La diversión adolescente en Internet ha cambiado de dueño. Aunque hasta hace poco Facebook permanecía como la red social preferida para los más jóvenes, la compañía reportó que este mes ha experimentado un descenso en el número de usuarios que acceden a la página.

Los perfiles siguen activos, pero cada vez son menos las ocasiones en que los jóvenes recurren al sitio para socializar.

Al parecer, una de las razones es el incremento en la popularidad de otras redes sociales, así como el de aplicaciones para smartphones.

Al inicio de esta semana, Facebook anunció que cambió sus políticas de privacidad para permitir a los menores de edad publicar contenido sin ningún tipo de restricción.

La medida dividió las opiniones, ya que la mayoría de los usuarios de Facebook que tienen entre 13 y 17 años (que no hayan mentido en su fecha de nacimiento cuando dio de alta la cuenta), podrá publicar su información personal, fotografías y posts, públicamente (no solo a sus “amigos” o “amigos de amigos”).

Aunque parezca difícil de creer, Facebook es un foro con modales considerablemente buenos, de acuerdo a un estudio de Ian Rowe, de la Universidad de Kent.

El investigador  comparó los comentarios en artículos políticos de The Washington Post con los que se hicieron a las mismas notas en la página de Facebook de la publicación, y descubrió que los usuarios de la red social eran significativamente menos agresivos.

Los anuncios están por llegar a Instagram. Pero para evitar usuarios afligidos,  la compañía prometió que serán “creativos”, “hermosos” y “disfrutables”. 

Facebook Inc., operador de la red social más popular del mundo, venderá publicidad en su servicio de fotos Instagram, primer esfuerzo para ganar dinero con la mayor adquisición de la compañía hasta hoy.

Las promociones comenzarán a aparecer en la aplicación móvil en el próximo par de meses en Estados Unidos, dijo Facebook en un blog el jueves pasado. 

Si se trata de sacar nuestro lado más oscuro, hacer evidente la intolerancia, perder el control, explotar en cólera, alimentar el odio, “engancharse” a las emociones negativas o desahogar la ira, Twitter parece ser el medio ideal para hacerlo.