Ansiosos por cambiar la mala imagen que se tiene del Poder Legislativo en el país, la Cámara de Diputados podría aprobar este mes su nuevo Código de Ética que los metería en cintura… por lo menos en el papel.
Desde el PRI se trabajó en un Código para evitar escándalos como el cobro de “moches”, la organización de fiestas con escorts o la asistencia a sesiones del pleno en estado de ebriedad, que han demeritado la actividad parlamentaria de la Cámara baja.
Imelda García