México recibe diariamente 600 repatriados por la frontera norte, informó la Coordinadora Nacional de la Estrategia del Instituto Nacional de Migración, Dalia Gabriela García Acoltzi, al poner en marcha en Zacatecas la Estrategia Somos Mexicanos.

Explicó que la coordinación que encabeza trabaja con los estados, para garantizar la inclusión plena de los paisanos deportados, con su reinserción, servicios de salud, educación, traslados y opciones laborales.

La inminente llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su promesa de una campaña de deportaciones masivas, ha prendido las alertas entre los migrantes, así como entre las organizaciones en su defensa.

A pesar de que entre 2009 y 2015, durante la administración de Barack Obama fueron deportados alrededor de 2.5 millones de indocumentados.

María García, presidenta de la Organización Binacional Migrante Aztlán, asegura en entrevista que el principal sentimiento entre la comunidad inmigrante en Estados Unidos es el temor, sumado a una profunda indignación.

Más de seis mil 500 inmigrantes indocumentados han muerto en la frontera de Estados Unidos con México desde 1998, como consecuencia de las estrategias de militarización implementadas en esta zona por el gobierno estadounidense, denunció el Centro Colibrí para los Derechos Humanos, que tiene su sede en Tucson, Arizona.

Durante los meses de junio y julio pasados al menos siete migrantes fallecieron en la zona del sur de Texas, frontera con Tamaulipas, en su intento por conquistar el llamado sueño americano, indican las estadísticas de la Patrulla Fronteriza (Border Patrol).

Los migrantes fueron víctimas de las altas temperaturas que oscilan en la zona.

El comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Ardelio Vargas Fosado, informó que de 2013 a 2015 se incrementó en más de 150 por ciento la migración de hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses y cada vez llegan más africanos, haitianos, asiáticos y cubanos a México.

Ello, explicó, se debe a las condiciones de violencia, pobreza y la sequía, lo cual recrudeció el flujo migratorio de centroamericanos hacia México en su paso para llegar a Estados Unidos.