CASONARVARTE
CASONARVARTE Zafan a Zetas

El procurador general de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza, rechazó que el caso Narvarte, donde asesinaron a cinco personas, tenga que ver con la delincuencia organizada.

Al comparecer ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, con motivo del Tercer Informe de Gobierno de Miguel Ángel Mancera, aclaró que en la medida que continúa la investigación se mantienen abiertas las diligencias en diversas líneas, algunas de ellas se fortalecen y otras se debilitan, pero se agotarán todas.

CASONARVARTE Investigación cruza el océano

En algún país de Europa, Mile Virginia Martín enfrentó un problema con las autoridades por la venta de droga al menudeo, razón por la cual la colombiana viajó a México, donde retomó sus actividades y se integró a un grupo de connacionales que ejercen la prostitución.

Ese pasaje de la vida de Mile fue proporcionado por Abraham Torres Tranquilino, el expolicía preventivo que aparentemente era su pareja sentimental y que está detenido acusado del crimen de la mujer.

CASONARVARTE El incómodo defensor

David Peña Rodríguez, abogado coadyuvante en la investigación del multicrimen de la Narvarte, señala a la Procuraduría capitalina de construir una verdad paralela en torno al caso.

El integrante de la Asociación Nacional de Abogados Defensores (ANAD) explica que la autoridad del DF prioriza la línea de robo y narcomenudeo, mientras se debilita la del activismo y profesión de fotoperiodista de Rubén Espinosa, y de armar una comparsa con el Tribunal Superior de Justicia capitalino (TSJDF).

CASONARVARTE Informe incómodo de la Narvarte

En los contactos del teléfono celular de la colombiana Mile Virginia Martín aparecen: “dealer1”, “dealer2” y “dealer3”, en referencia a los hombres con los que traficaba cocaína para su venta al menudeo en el Distrito Federal.

Esa fue la primera hebra que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) comenzó a investigar relacionada con el narco, luego del múltiple crimen perpetrado en la colonia Narvarte en el que Mile Virginia, Nicole o Azucena se convirtió en el eje, más allá del fotógrafo Rubén Espinosa.