El pasado fin de semana en la Ciudad de México más de 50 mil personas asistieron al Wirikuta Fest para pedir el retiro de las concesiones otorgadas a empresas mineras para que exploten el área emblemática de la cultura wixárika.
El conflicto es global y se enmarca en un debate que no termina de resolverse porque resurge con cada incursión que se intenta en áreas protegidas o de especial interés natural.
Sandra de Miguel Sanz