Conforman Consejo y la nueva cúpula

Lo que pasó ayer en la Asamblea Estatal panista fue la crónica de un cisma anunciado en ese partido y el empoderamiento de una nueva corriente en la cúpula albiazul.

En otras palabras: la conformación del nuevo Consejo Estatal de Nuevo León confirmó el fin del triunvirato que dominó el PAN en los últimos 10 años, integrado por el senador Raúl Gracia, Zeferino Salgado y Fernando Larrazabal.

El poder hegemónico que ejerció la llamada Neocúpula o Santísima Trinidad ha terminado y es parte de la historia albiazul.

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Lo que pasó ayer en la Asamblea Estatal panista fue la crónica de un cisma anunciado en ese partido y el empoderamiento de una nueva corriente en la cúpula albiazul.

En otras palabras: la conformación del nuevo Consejo Estatal de Nuevo León confirmó el fin del triunvirato que dominó el PAN en los últimos 10 años, integrado por el senador Raúl Gracia, Zeferino Salgado y Fernando Larrazabal.

El poder hegemónico que ejerció la llamada Neocúpula o Santísima Trinidad ha terminado y es parte de la historia albiazul.

Pero los resultados que arrojó la Asamblea Estatal corroboran también lo que era ya inevitable en el panismo: el posicionamiento de un nuevo bloque en el poder, encabezado por el liderazgo emergente de la alcaldesa de Monterrey Margarita Arellanes.

En esta nueva pieza del rompecabezas albiazul, Arrellanes está respaldada por los alcaldes de San Pedro, Ugo Ruiz, y por Víctor Pérez, de Santa Catarina, además del grupo rebelde conocido como la División del Norte.

El día de ayer domingo el PAN de Nuevo León llevó a cabo su Asamblea Estatal para elegir a los 60 panistas que formarán parte del nuevo Consejo Estatal, máximo órgano de gobierno del Comité Directivo Estatal del que preside José Alfredo Pérez Bernal.

El cónclave panista se llevó a cabo en Cintermex. 

Los casi 2 mil panistas insaculados por el Comité Estatal del PAN votaron por 36 de las casi 90 propuestas surgidas de las asambleas municipales y promovidas por el Comité Directivo Eestatal.

La alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, compitió para proclamarse como la gran triunfadora de la Asamblea albiazul, logrando conseguir el control de una parte del nuevo Consejo y encabezar la lista de los 60 consejeros.

Arellanes enfrentó con inteligencia el proceso de renovación del Consejo: levantó los heridos que dejó en el camino Raúl Gracia y ayer domingo jugaron en contra de los intereses del senador albiazul, quien vio disminuido su poder dentro del PAN.

La operación de Sandra Pámenes, exdirigente estatal del PAN, y de Arnoldo Ledezma, exsecretario general del partido, los dos exaliados de Gracia, fue clave en el proceso de selección de los nuevos consejeros estatales.

La disputa por el control del Consejo entre Gracia y Arellanes permitió a la alcaldesa de la capital regia constituirse de forma y de facto en la nueva líder de Nuevo León y principal aspirante a la candidatura albiazul rumbo al 2015.

Arellanes logró aglutinar en su disputa contra Gracia a los alcaldes panistas metropolitanos como Ugo Ruiz, de San Pedro, y Víctor Pérez, de Santa Catarina.

La nómina municipal, como siempre ha ocurrido en el PAN, pesó este domingo en la conformación del nuevo Consejo.

En la víspera de la Asamblea Estatal, los dos grupos, el encabezado por Raúl Gracia y el de la alcaldesa Margarita Arellanes, trataron de alcanzar un acuerdo para repartirse las posiciones del Consejo.

Pero estas negociaciones fracasaron y ayer ambos grupos se disputaron al tú por tú las posiciones.

Los resultados de la Asamblea confirmaron la fuerza del grupo de la División del Norte, impulsado por José Serrano e Iván Garza Téllez, exoperadores de la neocúpula que ahora tienen una nueva alianza con la alcaldesa Margarita Arellanes.

La relación cercana que tienen los líderes de la División del Norte con Gustavo Madero, líder nacional del PAN, pesó ayer en la constitución del nuevo Consejo.

Este grupo obviamente impulsaba las candidaturas de Arellanes y de Garza Téllez, pero además de Elizabeth Rosas, Rodolfo Yáñez, David Gutiérrez y la regidora Norma Paola Mata.

Junto con los panistas afines a Arellanes, entre los que destaca la exdirigente estatal Sandra Pámanes, estuvieron Arturo Cavazos y Marcos Mendoza. Los tres constituyeron un bloque para disputarle el control que ejercía Gracia en el partido.

Los resultados de la Asamblea también hicieron más visible el aislamiento en el que quedó dentro del PAN el exalcalde de Monterrey, Fernando Larrazabal, actualmente diputado federal.

Larrazabal, sin tener el poder de la nómina que tenía en el Municipio regio, fue aislado por sus aliados tradicionales Raúl Gracia y Zeferino Salgado.

El grupo San Nicolás, comandado por el exalcalde Zeferino Salgado, se convertirá en el fiel de la balanza entre las dos corrientes constituidas en la nueva cúpula albiazul.

Los panistas afines a Salgado, tradicionalmente un aliado del senador Raúl Gracia, serán claves en el nuevo Consejo, al que ahora le tocará llevar el proceso de selección del candidato albiazul a la Gubernatura para el 2015.

La alianza de Gracia y Salgado no se ha roto, sin embargo el exedil nicolaíta ha asumido una posición más moderada y de negociación que la del senador panista y líder de la neocúpula.

Salgado aplicará lo que sabe de estrategia militar: siempre se debe de tener un Plan “B”, y ese proyecto es con Margarita Arellanes.

El día de ayer el exalcalde de San Pedro, Mauricio Fernández, y el exedil de Monterrey, Felipe de Jesús Cantú, jugaron su propia contienda interna con miras a la candidatura del PAN a la Gubernatura. 

Por lo pronto los panistas de Nuevo León, confrontados entre sí, se alistan para encarar la elección del 2015 en el Estado.

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El nombre de Larrazabal no se incluyó en las listas de candidatos al Consejo Estatal. 

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La tríada conformada por el senador Raúl Gracia, el exalcalde de San Nicolás Zeferino Salgado y el diputado federal Fernando Larrazabal, continuará encumbrada en la esfera de poder panista.

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