El presidente López Obrador le envío un mensaje muy contundente el día de ayer a Carlos Romero Deschamps, y lo que se percibe entre los trabajadores petroleros es que la caída del líder sindical podría ser pactada. Los grupos opositores ya dan como un hecho la salida del aún dirigente sindical, pero en lo único en que coinciden es en la necesidad de relevancia, pues el problema va a comenzar cuando empiece la lucha por lo que quede. Son al menos siete grupos disidentes los que quieren asumir la dirigencia del sindicato petrolero, y hay al menos dos que hasta aseguran ser los dirigentes legítimos tras haber celebrado dudosas asambleas. En las aspiraciones de los diferentes líderes será clave el respaldo del dirigente de Pemex Octavio Romero, así como el del núcleo duro de la 4T, e incluso del propio Romero Deschamps para la transición.
Errores de principiante
Y justo ahora que más de uno se frota las manos por la posibilidad de vientos de cambio en el sindicato, algunos ya preparan su ofensiva, pero la premura les hace caer en errores que los pueden dejar de lado. Uno de los aspirantes a suceder a Romero Deschamps, Mario Rubicel Ross García pretende llegar a la secretaría general a través de cualquier recurso como es un juicio contencioso administrativo. Sin embargo, la Ley Federal del Trabajo y la Constitución señalan que no podrá ser dada ninguna titularidad del STPRM vía juicio contencioso-administrativo ¿Así cómo?
Destapes anticipados
La secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero se sumó a las posturas que afirman que las condiciones políticas en México son propicias para que haya una mujer en la Presidencia de la República en el próximo sexenio, e incluso ya ‘destapó’, de forma por cierto muy anticipada, a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum y a la titular de la Secretaría de la Función Pública Irma Eréndira Sandoval, pero, ¿de verdad le está echando porras a sus compañeras de grupo político o se ve a ella misma como presidenciable?
