Pánico a las expulsiones

Señalar que el arbitraje de la Liga MX está mal, es decir una perogrullada; o sea, es tan evidente que hasta un ciego lo vería.

La jornada anterior fue el miedo a sancionar faltas con penal, y señalábamos que era ahí, al Penal, a donde deberían enviar a los silbantes que no se atreven a sancionar las faltas.

En esta jornada ya no fue tanto eso, sino que ahora el pánico fue mostrar tarjetas rojas a los jugadores violentos que, aprovechando la ineptitud de algunos, se surten con la cuchara grande y reparten leña por todo el terreno de juego.

Humberto Sierra Humberto Sierra Publicado el
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Señalar que el arbitraje de la Liga MX está mal, es decir una perogrullada; o sea, es tan evidente que hasta un ciego lo vería.

La jornada anterior fue el miedo a sancionar faltas con penal, y señalábamos que era ahí, al Penal, a donde deberían enviar a los silbantes que no se atreven a sancionar las faltas.

En esta jornada ya no fue tanto eso, sino que ahora el pánico fue mostrar tarjetas rojas a los jugadores violentos que, aprovechando la ineptitud de algunos, se surten con la cuchara grande y reparten leña por todo el terreno de juego.

En el Veracruz-León una decisión equivocada del silbante Fernando Guerrero al minuto 16, cuando amonesta al jugador del Veracruz, Edgar Andrade, en lugar de mostrarle la roja por la plancha al cuello que le propina al jugador leonés, “Gallito” Vázquez, le dio la oportunidad a los jarochos de seguir su partido completo y de que el mismo Andrade anotara el gol del triunfo 20 minutos después.

En cambio a los visitantes si les despachó tres rojas que terminaron por desmelenar al León.

Los que de plano merecer ser regresados a arbitrar en el futbol amateur son Roberto García, el árbitro del Cruz Azul-Atlas y Ricardo Arellano, cuarto árbitro, pues no conocen el procedimiento de las substituciones descrito en la Regla 3, donde establece que para efectuar un cambio, primero debe salir el jugador substituido y luego entrar el substituto, y Pablo Mascareñas, del Atlas, entró a la cancha, jugó por lo menos dos minutos y fue hasta entonces que se dieron cuentael  árbitro y su auxiliar. 

Igualmente deja en la cancha a Alejandro Vela al que amonesta al minuto 24 por una plancha violenta sobre Enrique Pérez y es el mismo Vela el que anota el gol de los Cementeros.

En el partido jugado aquí, en el Tecnológico, el silbante Erick Yahir Miranda a pesar de que expulsó a dos jugadores del Toluca, tuvo miedo de mostrar otra roja a los visitantes, seguramente porque al contención de Rayados, Jesús Zavala, lo amonestó hasta después de que había cometido siete u ocho faltas y le habían protestado airadamente.

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