La alcaldesa de Monterrey merece por lo menos una amonestación por violar la Constitución de la República, que en su artículo 40 claramente establece que “es voluntad del pueblo en una República representativa, democrática, y laica…”
Sin embargo, la pura amonestación no serviría para darle luz a Margarita, si alguien no se compadece de ella, como el buen samaritano, y le explica lo que respecto del gobierno dijo una vez Jesucristo.
Según el apóstol Juan, Jesucristo no le dio vueltas al asunto cuando Pilatos le preguntó si era Rey.
“Mi reino no es de este mundo”, le contestó Cristo.
“Si mi reino fuera de este mundo, mis seguidores habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero no, mi reino no es de aquí”. Y mucho menos de Monterrey.
Margarita puede tener la absoluta seguridad que si Jesucristo no aceptó ser Rey de Israel aquel domingo de Ramos, menos le aceptará a la alcaldesa su descabellado ofrecimiento de ser la máxima autoridad de Monterrey.
Urge también que Gustavo Madero, o en su defecto Juan José Rojas Cardona, le cuenten a Margarita –si es que saben– cómo fue que los fundamentalismos religiosos han llevado a la humanidad a cometer los más horrendos crímenes a lo largo de la historia.
Granier va a regresar
El exgobernador Andrés Granier anunció que va a regresar, pero no lo que se llevó como gobernador de Tabasco, sino que volverá a México, y sin amparo.
Por la actitud y el tono de la voz del exgobernador Granier al hacer el anuncio, se podría pensar que el tabasqueño ya negoció un salvoconducto de impunidad que lo pondrá a salvo.
Sobre todo, después de que, como suele suceder en estos casos, el hilo ya se rompió por lo más delgado con la aprehensión de su secretario de Finanzas José Manuel Sáiz.
Otra denuncia de Espino
El que no quita el dedo del renglón como fiscal de la anticorrupción panista es Manuel Espino.
Con la denuncia formal que presentó ayer en la PGR en contra del candidato panista y del gobernador Moreno Valle a la alcaldía de Puebla, el exdirigente del PAN dejó la pelota del lado de la cancha del procurador Murillo Karam.
¿Se atreverá Murillo Karam por lo menos a citar a José Antonio Gali Fayad, por su presunta responsabilidad en el delito de enriquecimiento ilícito que denunció Espino?
