Detuvieron a uno de los Beltrán Leyva, de los últimos del clan de Sinaloa de esta rama.
Rápidamente han salido conexiones que éstos tienen con políticos, o cercanos a los mismos en el estado de Querétaro, Sinaloa y Guanajuato.
Claro está que no es limitativo y podrían seguir saliendo más nombres.
Sin embargo, lo triste en toda esta situación, es que la sociedad no ha captado que puede hacer algo para detener este tipo de situaciones y vinculaciones si ejerce su poder.
¿A qué me refiero con esto?…
No es posible que un municipio del área metropolitana, San Pedro para ser exactos, donde un candidato a la Alcaldía fue sorprendido con una grabación por su “cercanía” con estos personajes, haya terminado electo.
Pero la cosa no paro ahí, luego gente de esa organización formó parte de su grupo rudo, y sin embargo, muchos ciudadanos de ese municipio aplaudían el “blindaje” y esa ilegalidad, con tal de vivir en la superficialidad de una seguridad en los límites de ese municipio.
Ya hace algunos días, tres del grupo rudo fueron detenidos en los Estados Unidos por estar vinculados con la muerte del abogado Juan Guerrero Chapa, quien trabajó para Osiel Cárdenas Guillén.
Y la cosa no para ahí, hoy Mauricio Fernández fue nombrado “consejero vitalicio” por su partido político, el PAN, y encabeza las encuestas para volver a competir por tercera vez por la Alcaldía de San Pedro.
Será posible que esa sociedad, que pide no exista la despenalización del aborto, ¿es la misma que respalda y vota por este tipo de personajes?
Será que esa misma sociedad sampetrina, que hoy buscó desmotivar el voto del Senado a favor del control de la educación de nuestros hijos por el Estado mexicano, y la promoción de la “liberación sexual”, es la misma que apoya que este tipo de personajes sean al final de cuentas quienes nos gobiernen. ¿Será?
No cabe duda que la sociedad vive momentos de confusión y le falta claridad para poder buscar realmente hacia dónde y con quién se quiere conducir un municipio para salir adelante.
Pues gobernar tiene mucho más qué ver, que con realizar buenas obras, recoger la basura en tiempo y forma, y salir en las primeras planas de sociales.
Por otro lado, y en otra dimensión, ésta confusión se hace presente en otros rincones del país en donde ser amigo del Presidente en turno se vuelve de gran suerte, porque se puede presumir que los contratos llegaran, los viajes gratuitos y las primeras galas también.
Los gobernadores te invitarán a tomar decisiones de “forma conjunta” y además la palabra “ley” se puede marear por un rato.
Pero al final del día, no todo es dulzura y puede terminar como lo que hoy ha pasado con casos emblemáticos, en donde urge que se resuelvan y se aplique la ley.
Pero sobre todo, se vea que existe el estado de derecho en el país, antes de que se declare que realmente estamos en un estado fallido.
Uno de estos casos, que ocurrió hace unas semanas, es el de la muerte del diputado federal por Jalisco, que al momento no sabemos que pasó.
Si un diputado puede morir a fuego abierto y que no pase nada, quiere decir que la cosa ya se fregó.De igual manera ha pasado con el secuestro del hermano del amigo del presidente Enrique Peña Nieto, que todavía no sabemos que pasó, o que pasará con el caso.
Es urgente por el bien de la gobernabilidad que estos casos se aclaren.