Hasta la hora que su servidor escribía esta colaboración, lo único que se confirmaba era que “la cuerda siempre se rompe por lo más delgado”, y Carlos Barra ya no sería más técnico de Rayados.
Lo del técnico que llega, seguía en suspenso, insisto, hasta el momento que su servidor escribía.
Pero más que escribir sobre su nuevo técnico, a lo que deberían de no quitarle la vista los dirigentes, cuerpo técnico (el nuevo) y jugadores del Monterrey, es que un mal torneo le metería a futuro inmediato en problemas de descenso.
Cambiando un poco de tema, aunque ya las actuaciones arbitrales no estuvieron tan groseras como en jornadas anteriores, no podemos señalar ahora que “esto ya se arregló”; las fallas siguieron, aunque en algunos partidos no influyeron de manera decisiva.
A pesar de la goleada de 5-0 del América a los Jaguares de Chiapas, el silbante Fernando Guerrero se “come” dos penalties clarísimos, que para su fortuna no influyen, pero que lo hace tener un trabajo apenas regular.
En el partido jugado en el Estadio Universitario, de San Nicolás, Enrique Esqueda, de Tigres, fue expulsado de manera rigorista por el silbante Óscar Macías cuando en un forcejeo con un jugador del Morelia, éste lo empuja, se encaran y resulta expulsado el jugador de Tigres.
Seguramente Tigres va a apelar, ya que luce injusta la roja.
Como se señalaba anteriormente, la jornada arbitral no fue desastrosa para los silbantes, pero sería un grave error si cantan victoria o si sus dirigentes consideran que ya libraron el mal momento; esto no es exclusivo de esta temporada, vienen arrastrando sus malas actuaciones de un largo tiempo y sacarlos del pozo va a llevar mucho tiempo y mucha paciencia.
Nos leemos en la próxima.