Si a principio de semestre nos hubieran dicho que las Semifinales iban a ser los Clásicos más apasionantes de México, pocos o ninguno hubiéramos “comprado” la idea.
Pero será así y aquí en Monterrey tendremos una de esas semanas que los aficionados recordarán por muchos años o, por lo menos, hasta un nuevo choque en Liguillas.
Justo cuando se cumplen dos décadas desde la primera vez que Rayados y Tigres disputaron una serie de Liguilla a “Ida” y “Vuelta” nuevamente tenemos una Semifinal Regia.
Recuerdo claramente lo que sucedió en aquellos encuentros, sobre todo en el Estadio Universitario. Pocos imaginaron que la serie se iba a definir desde San Nicolás con un Guillermo Franco encendido y un Tigres que se desmoronó a la hora importante.
Sin embargo, hoy dudo que la historia sea igual o semejante. ¿Se acuerda lo que le dije la semana pasada en este mismo espacio? Bueno, hoy más que nunca lo sostengo. La U, a pesar de su sufridísima manera de avanzar, tiene más chances de meterse a la Gran Final que los del Cerro de la Silla.
Porque los de la UANL tienen una extraña suerte que sale a relucir en los mejores momentos, eso sin olvidar que el nivel futbolístico del Monterrey sigue muy por debajo de lo que mostró durante el rol regular.
Aunado a ello, ¡qué momento pasa Sebastián Córdova! El “Chamaco” vive un estado de gracia envidiable, eso sin olvidar que los tres goles labrados en la presente fase final fueron clave para que Tigres hoy esté en la antesala de pelear el título.
Del lado de Rayados me preocupa el funcionamiento colectivo. Santos mostró lo vulnerable que puede ser el cuadro bajo albiazul que, en teoría, es el mayor bastión de Víctor Manuel Vucetich.
PD: Espero equivocarme en todo lo anterior, sinceramente.
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