En Puerto Rico, un 28 por ciento de los jóvenes son obesos, comparado con el 18 por ciento en Estados Unidos. En Puerto Rico, si algún niño es obeso, sus padres podrían enfrentar una multa de hasta 800 dólares.
Este castigo es parte de una iniciativa que actualmente se discute en la legislatura del territorio estadounidense.
El senador local Gilberto Rodríguez dijo que la medida busca mejorar la salud de los niños y permitir a los padres tomar mejores decisiones en cuanto a la salud de sus hijos, reportó este martes The Guardian.
Según estipula la iniciativa, los maestros de primaria identificarían los casos de obesidad y los dirigirían –dependiendo de la severidad del caso– a un asesor, quien luego trabajaría con los padres para determinar si el problema se debe a malos hábitos alimenticios o a una condición médica.
Posteriormente, el asesor diseñaría una dieta y un programa de ejercicio, el cual sería monitoreado mensualmente. Si los padres no logran “mostrar mejoras” dentro de los primeros seis meses, podrían ser sujetos a una multa de entre 500 y 800 dólares.
Iniciativa injusta
La obesidad es un problema significativo en el pequeño territorio isleño, donde casi un 30 por ciento de los jóvenes son obesos, comparado con el 18 por ciento en Estados Unidos; sin embargo, varios doctores –incluyendo el presidente de la división puertorriqueña de la Academia Americana de Pediatría– han calificado la iniciativa como injusta, dado que afectaría desproporcionadamente a los más pobres.