El indicador que mide el aumento porcentual de bienes y servicios en el país ha disminuido la intensidad con la que ha venido descendiendo desde septiembre de 2022, cuando alcanzó un porcentaje histórico de 8.7 por ciento. Foto: Especial

El largo camino para alcanzar el objetivo inflacionario del Banco de México

Las presiones en los precios de bienes y servicios muestran una resistencia por ceder hasta el rango establecido como meta por el Banco de México, planteando todavía mucho recorrido por cruzar para lograrlo

La resistencia que muestran las presiones inflacionarias para converger con el rango objetivo establecido por el banco central nacional es una muestra de que el alivio en el encarecimiento de bienes y servicios se encuentra lejos de llegar para millones de mexicanos.

En marzo, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un avance de 0.29 por ciento respecto al mes anterior, alcanzando una inflación general anual de 4.42 por ciento, de acuerdo con la última actualización del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) respecto al tema.

Al respecto, el indicador que mide el aumento porcentual de bienes y servicios en el país ha disminuido la intensidad con la que ha venido descendiendo desde septiembre de 2022, cuando alcanzó un porcentaje histórico de 8.7 por ciento; cuestión que se explica por la dificultad que muestran las presiones inflacionarias para recorrer la última milla antes de posicionarse en el rango objetivo establecido por Banco de México (Banxico), señaló a Reporte Índigo, James Salazar, subdirector de análisis económico en CI Banco.

“Hay algunos rubros que todavía permanecen rezagados y de repente empiezan a mostrar algo de dificultad para ceder, servicios específicos por ejemplo, y que vale decir que están muy bien identificados; sobre todo por el dinamismo económico que registraron el año pasado, ciertamente sorpresivo, más allá de que tenga que ver por el lado de la demanda agregada; por lo que figuran más como efectos temporales que a futuro van a permitir que el INPC converja con la meta de Banxico”,  puntualizó Salazar.

Además, el componente subyacente, que excluye a los elementos más volátiles, también ha mostrado resistencia a un descenso más pronunciado, situándose actualmente en 4.55 por ciento; a pesar de que ha disminuido lo suficiente como para que la junta de gobierno de Banxico tomara la decisión de disminuir su tasa de referencia al 11 por ciento.

Buenas noticias en los resultados de la inflación para marzo

Fuera de que las presiones inflacionarias han persistido, los datos revelados por Inegi en la actualización del INPC para marzo envían señales positivas, ya que para el escenario general, el incremento estuvo por debajo de las estimaciones de mercado, que eran de hasta 4.5 por ciento, sumando a lo anterior el hecho de que el componente subyacente continúa con una tendencia a la baja más allá de las variaciones que llegó a mostrar en la actualización quincenal del indicador.

“Vemos que el rubro subyacente retoma una dinámica desinflacionaria, lo que es una muy buena noticia, claro que es un hecho que le falta mucho trecho, y será complicado, pero era importante que retomara la senda, y aunque en la parte general ya se esperaba un repunte, fue menor al esperado, lo que implica un dato favorable”, explicó el subdirector de análisis económico en CI Banco.

Así, los datos del INPC en marzo concuerdan con las consideraciones de los analistas financieros sobre el hecho de que las expectativas inflacionarias se mantienen estables a largo plazo, caso similar a las estimaciones de Banxico en su última decisión de política monetaria, en donde se estableció que, de no cambiar las condiciones nacionales e internacionales vigentes, se podría alcanzar el rango objetivo en la segunda mitad del próximo año.

Falta mucho camino por recorrer para lograr el objetivo de Banco de México

El hecho de que los efectos inflacionarios puedan mitigarse hasta 2025 plantea un panorama a futuro marcado por la incertidumbre donde factores como los conflictos geopolíticos y hasta los eventos climáticos, por mencionar, podrían retrasar la ya de por sí ardua espera por alcanzar el tres por ciento, rango en el que la inflación se considera en los parámetros establecidos por el banco central nacional.

“La Junta de Gobierno evaluó la mitigación de los efectos de los choques sobre la inflación y sus determinantes, así como el comportamiento de las expectativas de mediano y largo plazos y el proceso de formación de precios. Reconoció el proceso desinflacionario desde la última vez que se ajustó la tasa de referencia, no obstante, consideró que persisten retos y riesgos que ameritan continuar con un manejo prudente de la política monetaria”, alertó Banxico en su última decisión de política monetaria.

Al momento, el especialista consultado por este medio consideró que la autoridad monetaria debería profundizar en una postura menos restrictiva para impulsar la relajación de la tasa de interés de referencia una vez iniciados los recortes, al mismo tiempo de que, aunque la inflación no cede, por lo menos ha dejado de incrementarse de manera pronunciada.

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