Los pronósticos de Fitch Ratings fueron lapidarios, ya que previeron que el debilitamiento de las finanzas públicas estadounidenses irá en aumento. Foto: Especial

Finanzas de EUA reciben un tache y secretaria del Tesoro sale en su defensa

La agencia calificadora Fitch Ratings castigó la nota crediticia de Estados Unidos y la decisión generó diversas opiniones sobre las implicaciones que dicha determinación pueda llegar a tener

Janet Yellen, Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, objetó la decisión de la agencia Fitch Ratings, con la cual disminuyó la nota crediticia de Estados Unidos, al calificarla de injustificada.

Luego de la baja en la calificación crediticia de la economía más grande del mundo, la cual pasó de ‘AAA’ a ‘AA+’, las reacciones no se hicieron esperar; ya que la autoridad responsable de promover la prosperidad económica de los Estados Unidos (EU) reviró la decisión por no basarse en el reciente panorama económico del país.

“La decisión de Fitch es desconcertante a la luz de la fortaleza económica que vemos en EU. Estoy totalmente en desacuerdo con la decisión de Fitch y creo que es totalmente injustificada”, dijo Yellen.

Al respecto, la Secretaria del Tesoro estadounidense apeló a la histórica recuperación económica que vivió su país luego de la emergencia sanitaria por Covid-19, un impulso que logró los registros más bajos de desempleo en décadas, como el 3.6 por ciento alcanzado en junio, según el Bureau of Labor Statistics (BLS).

Además, enfatizó que Fitch utilizó datos obsoletos para su determinación, ignorando hechos positivos y relevantes, como que las presiones inflacionarias llevan más de un año descendiendo, de acuerdo a los datos de la BLS, y que la economía de EU ha seguido creciendo y manteniéndose dinámica, incluso esquivando la probabilidad de una recesión.

Sin embargo, la agencia crediticia Fitch Ratings advirtió que la medida que tomó sobre la nota crediticia de EU obedeció, principalmente, a la erosión de gobernabilidad generada por el deterioro fiscal y el incremento de la deuda gubernamental que ha observado en años recientes.

“Varios shocks económicos, así como recortes de impuestos y nuevas iniciativas de gasto han contribuido a aumentos sucesivos de la deuda durante la última década. Además, solo ha habido un progreso limitado para abordar los desafíos a mediano plazo relacionados con el aumento de los costos de la seguridad social debido al envejecimiento de la población”, explicó la agencia en su comunicado sobre la calificación.

Incluso los pronósticos de Fitch Ratings fueron lapidarios, ya que previeron que el debilitamiento de las finanzas públicas estadounidenses irá en aumento, con ingresos federales cíclicamente más débiles y aumentos adicionales a la relación deuda-Producto Interno Bruto (PIB); además de que calcularon la posibilidad de una leve recesión, que esperan, suceda en el cuarto trimestre de este año o al inicio del 2024.

Por otro lado, los analistas financieros consideraron que la decisión no tuvo un impacto significativo en el perfil crediticio del país norteamericano, ya que sigue catalogado con un alto grado de inversión, es decir, que existe un riesgo mínimo respecto a una situación de impago.

“Con el cambio en la calificación, ya son 2 las agencias calificadoras que le retiran a EU el grado máximo de confianza. Es probable que ello detone algunos cambios en la operación de los mercados debido a que las políticas de inversión de las instituciones financieras les obligarían a reposicionarse. Sin embargo, aunque el impacto se transmitirá a lo largo de las próximas semanas, es importante considerar que la perspectiva sobre la deuda estadounidense no cambia mucho”, explicó el equipo de análisis de MONEX.

Efectos en economía mexicana

El efecto inmediato que tuvo la baja de la calificación crediticia de EU en la economía mexicana fue la depreciación de la moneda nacional, ya que regresó al terreno de los 17 pesos por dólar; cuestión que, de acuerdo a James Salazar, subdirector de análisis económico y bursátil de CIBanco, se debió al movimiento de divisas para resguardar el valor de las inversiones.

“Los inversionistas, aprovechando las bajas tasas de interés de economías desarrolladas, invertían en economías emergentes que daban un interés más alto, lo que terminaba favoreciendo a la moneda; ahora que hay mayor aversión al riesgo y se buscan activos respaldados por monedas fuertes, se están deshaciendo de los pesos”, comentó Salazar.

A pesar de considerar que el efecto negativo en la moneda nacional fue una cuestión temporal, el subdirector de análisis consideró que en México puede existir una repercusión indirecta, y de mayor magnitud, gracias a que las decisiones crediticias tienen un impacto en los costos financieros, lo que puede incidir en una disminución de la actividad economía de EU, y por ende, en una afectación a la economía mexicana.

“EU ha sorteado hasta el momento los riesgos de recesión, pero siguen estando ahí, presentes; este tipo de cosas no ayudan en mejorar la perspectiva económica de EU, y si le impacta en la microeconomía, es probable que pueda haber implicaciones negativas, por la vinculación de los ciclos económicos, en la economía mexicana”, advirtió el subdirector de análisis económico y bursátil de CIBanco a Reporte índigo.

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