La culpa es de EU

El viernes pasado, el tipo de cambio interbancario alcanzó un máximo histórico de 19.77 pesos por dólar. El lunes, tras la apertura de los bancos después del asueto, el peso mexicano cotizó por encima de los 20 pesos en ventanillas bancarias.

 

12%
es la probabilidad que asigna el mercado a un alza en la tasa de interés de referencia en la reunión de política monetaria de la Fed
Aunque la inflación aún se encuentra por debajo del objetivo oficial de 3 por ciento, la rapidez con la que se ha depreciado el peso es citado como motivo de preocupación por el banco central
El peso mexicano es la octava moneda más operada a nivel mundial, lo que le otorga un nivel de liquidez que exacerba cualquier cambio en el sentimiento del mercado
Innovación sin ejecución es alucinación” 
Henry FordEmpresario estadounidense

El viernes pasado, el tipo de cambio interbancario alcanzó un máximo histórico de 19.77 pesos por dólar. El lunes, tras la apertura de los bancos después del asueto, el peso mexicano cotizó por encima de los 20 pesos en ventanillas bancarias.

 

A pesar de que la moneda mexicana se ha depreciado 48.66 por ciento en los últimos dos años, esto no se ha reflejado en un incremento sustancial de la inflación.

 

No obstante, aunque el cambio en el nivel de precios aún se encuentra por debajo del objetivo de 3 por ciento del banco central, la rapidez con la que se ha depreciado el peso es citado como motivo de preocupación por los tenedores de activos denominados en la moneda mexicana.

 

En las últimas dos semanas, la conjugación de dos fenómenos ha provocado una pérdida de 5.83 por ciento en el valor del peso frente al dólar.

 

El primer factor es el rápido ascenso en las encuestas del candidato republicano a la presidencia de 

Estados Unidos, Donald Trump.

 

El segundo factor es la incertidumbre generada por la divergencia entre las posturas de los miembros de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) en relación a la decisión de política monetaria que deberá tomarse en la reunión del banco central que tendrá lugar este miércoles.

 

Además, el peso mexicano es la octava moneda más operada a nivel mundial, lo que le otorga un nivel de liquidez que exacerba cualquier cambio en el sentimiento del mercado.

 

El efecto inmediato de una depreciación subsecuente es el encarecimiento de las importaciones y un incremento en la competitividad de las exportaciones mexicanas. En el largo plazo, si los productores que utilizan bienes de capital comprados en dólares deciden trasladar el aumento de sus costos hacia el consumidor, las expectativas de inflación se modificarían al alza.

 

Esta preocupación fue citada como el argumento central para justificar las dos alzas en las tasas de interés que ha realizado el Banco de México este año. El aumento de 100 puntos base en la tasa de interés de referencia de corto plazo del banco central ha contenido la depreciación momentáneamente.

 

Sin embargo, la política monetaria mexicana, altamente reactiva a cambios de discurso y de política en la Fed, no ha podido romper la trayectoria continua de alza en el tipo de cambio.

 

Analistas de divisas del banco Wells Fargo argumentan que esto ha sentado un mal precedente. En un reporte para clientes, se indica que la característica súbita e inesperada de los movimientos de Banco de México ha asustado a los inversionistas. El mensaje que se está enviando es que el banco central continuará elevando los tipos de interés conforme crezca la adversidad del entorno, según explica el equipo de analistas dirigido por Nicholas Bennenbroek, director de estrategia de divisas en Wells Fargo.

 

Factor Trump

 

La campaña de Donald Trump se ha recuperado a un ritmo maratónico en el último mes. Al 14 de agosto, el modelo predictivo del sitio FiveThirtyEight, una de las herramientas más utilizadas por el mercado para realizar pronósticos electorales, le asignaba  al candidato republicano una probabilidad de 10 por ciento de ganar las elecciones en noviembre. La cifra ha escalado hasta 40 por ciento.

 

En este periodo el peso se depreció 7.7 por ciento frente al dólar.

 

Los últimos datos muestran un empate técnico en las encuestas del voto popular. De acuerdo a cifras de FiveThirtyEight, Hillary Clinton, la candidata del Partido Demócrata, cuenta con el 46 por ciento de las preferencias electorales. Trump le pisa los talones con el 44 por ciento de las preferencias electorales.

 

El riesgo de que el candidato republicano llegue a la presidencia de Estados Unidos se ha convertido en una preocupación central para los inversionistas con posiciones en activos denominados en pesos.

 

Si se observa una gráfica en la que se mide el tipo de cambio pesos por dólar y la brecha entre las preferencias electorales de Clinton y Trump, se aprecia una evidente correlación.

 

Instituciones como Citigroup ya han recomendado a sus clientes apostar contra la divisa mexicana.

 

Bloomberg reporta que el costo de los contratos para asegurar el valor del peso a dos meses, cuando se llevarán a cabo las elecciones, alcanzó su mayor nivel en tres años.

 

Más allá de la retórica anti mexicana del discurso de Trump, la propuesta concreta de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte e imponer aranceles de 35 por ciento a las importaciones mexicanas ha irrumpido a los mercados. México destina el 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos.

 

Factor Fed

 

La Fed se reunirá el miércoles para determinar si mantiene su tasa de interés de referencia en el rango de 0.25 a 0.5 por ciento o dará un paso concreto hacia la normalización de su política monetaria.

 

El peso mexicano es uno de los activos más sensibles a los cambios de la Fed. El consenso de analistas considera que el discurso de endurecimiento monetario del banco central estadounidense es el principal responsable de la trayectoria de depreciación del peso en los últimos dos años.

 

Pese a que el mercado asigna una probabilidad de apenas 12 por ciento a un alza de 25 puntos base en la tasa de interés de referencia de la Fed, las recientes intervenciones públicas de varios de sus miembros, orientadas hacia la urgencia de la normalización monetaria, dieron lugar a un súbito aumento en los niveles de volatilidad en los mercados.

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