Tal y como sucedió en España con el Clásico entre Real Madrid y Barcelona, en México, América y Chivas harán lo propio al protagonizar partidos de alto impacto, ya que los equipos con mayor rivalidad en el país se enfrentarán en dos ocasiones en menos de siete días, tanto en Copa como en Liga.
Los dirigidos por Miguel Herrera recibirán a los pupilos de José Saturnino Cardozo en el estadio Azteca, este miércoles, en los Cuartos de Final de la Copa MX, mientras que el sábado la lucha por escalar posiciones en la tabla general continuará en la Liga MX.
Primero el orgullo en Copa
El que el primer partido del Clásico Nacional sea en Copa MX es un buen augurio para Chivas, ya que cada vez que sucede de esta manera los resultados salen a favor de ellos. Como en el Apertura 2016, cuando Chivas enfrentó primero en Copa a las Águilas y luego en Liga.
En aquella ocasión el Rebaño Sagrado de Matías Almeyda sufrió más de la cuenta en la cancha, pero al final logró cumplir con el objetivo de derrotar y eliminar al rival más odiado para avanzar a la Final de aquel torneo.
Posterior a eso las Chivas lograron coronarse en la última instancia de la Copa MX, consiguiendo así un trofeo que se les estaba negando desde hace años.
La liga, posible revancha
Dependiendo del ganador en Copa MX, la revancha para el equipo que se lleve el descalabro llegará pronto, debido a que el sábado tendrán el segundo y, posiblemente, último partido de este semestre.
Aunque este encuentro no sea de eliminación, sí tiene un grado de relevancia para ambas escuadras, sobre todo para América.
Por el momento, las Águilas avanzan en el quinto lugar de la clasificatoria con 16 puntos, pero una derrota los mandaría a zona fuera de la Liguilla, ya que de ser superados por Chivas, el Rebaño sumaría 18 unidades y, a la espera de la combinación de resultados, podría escalar posiciones para meterse cada vez más en la pelea por los primeros tres puestos que le pertenecen a León, Tigres y Monterrey.
A poner el ejemplo
América y Chivas toman el protagonismo del torneo mexicano luego de que Monterrey y Tigres tuvieron el Clásico Regio el fin de semana pasado.
A pesar de que los equipos del norte del país generan expectativa por la rivalidad y pasión con la que se vive ese partido, la realidad es muy diferente, ya que tanto en la cancha como fuera de ella quedaron a deber en demasía.
El Clásico Nacional debe demostrar que para hablar en la cancha primero los aficionados tienen que responder con el movimiento de ‘No violencia’, situación que no siguieron los aficionados regios, pues el día del partido se reportaron dos incidentes, primero el robo de boletos de un aficionado Rayado a uno de Tigres y el segundo una batalla campal en un restaurante.
De ser que los aficionados respondan con un ambiente sólo deportivo, será la hora de que los equipos demuestren que los goles son el principal invitado en un partido de estos, y por suerte los registros los favorecen. Simplemente en el último partido que tuvieron en Copa MX se anotaron nueve goles, contando penales, situación que podría repetirse para ofrecer un mayor espectáculo.
