No hay duda que la resistencia al cambio por parte de todos los actores –jueces, ministerios públicos y abogados- es el principal problema que enfrenta la implementación del nuevo sistema de justicia en Nuevo León.
Pero la designación de funcionarios como Juan Manuel Sánchez Rodríguez, hoy exhibido por su despotismo en los espacios de Reporte Indigo, garantiza sólo una cosa: el fracaso del Estado en la aplicación de la reforma penal.
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