Se dice que las personas inteligentes duermen poco, tienen mal carácter, son perfeccionistas y hasta obsesivas. Pero todo esto podrían ser señales de una mejor salud.
Y es que los “listos” se cuidan más y toman mejores decisiones en su vida, por predisposición genética.
Así lo apuntaron los resultados de una investigación a cargo de la Universidad de Edimburgo y que contó con la participación de 100 mil voluntarios que fueron analizados.
María Alesandra Pámanes