GONZáLEZÍñIGO
GONZáLEZÍñIGO Una vida al servicio de la comunidad

Apenas de 18 años, el empresario José Luis González Íñigo no imaginaba que su destino se iba a cruzar con el de aquel joven inquieto que le daba aventones a la universidad, cuando vivía en Monterrey.

Cinco décadas más tarde de aquellos encuentros, ahora en Guadalajara, el sonorense se enteró que había ganado un reconocimiento que honraba la memoria de ese compañero universitario: el regiomontano Alberto Santos de Hoyos.