Dos días después del debate, Josefina Vázquez Mota vino a Salamanca, Guanajuato donde dijo ser la única candidata comprometida con los niños con capacidades diferentes, para que tengan un lugar en un México incluyente.

Pero cuando planteó escuela de tiempo completo para todos los infantes, de 8 am a 5 pm, causó cierta inconformidad entre las mujeres.

Acabar con los monopolios, abrir la competencia en telecomunicaciones, aumentar el crecimiento económico, erradicar la pobreza y crear más fuentes de empleo fueron, en términos generales, las coincidencias en las propuestas de los candidatos durante el debate de la noche del pasado 6 de mayo.

Gabriel Quadri de la Torre es el nuevo rockstar de la política mexicana. Las cifras de las redes sociales no dejan lugar a dudas.

Sus fans de Twitter, que antes del debate del domingo por la noche eran 56 mil 570, se dispararon en 16 horas a 127 mil 865. Casi 8 mil por hora, o 133 por minuto. Dos por segundo.

En sólo unos segundos de confrontación, cara a cara, con  millones de ciudadanos como testigos frente a sus pantallas de televisión, lo mismo se puede ganar o perder una elección presidencial.

Este domingo 6 de mayo se enfrentarán por primera vez frente a las cámaras de televisión Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri de la Torre.

Las propuestas económicas de los candidatos a la Presidencia son poco contundentes, huecas, exhiben incongruencias y, en muchos casos, son inviables. No hay reformas de fondo ni un trabajo de gestión, pero como dice el refrán, “prometer no empobrece”.